Galicia

FEUSO sale a la calle para exigir una solución inmediata a la situación de miles de compañeros de la enseñanza pública por MUFACE

13 Diciembre

13 Diciembre 2024 por FEUSO | Galicia

Juan Lemos, responsable de FEUSO en Galicia, asistió el 11 de octubre a la concentración que se celebró en Vigo junto con otros sindicatos para reclamar una solución al conflicto creado entre el Gobierno, MUFACE y las aseguradoras, conflicto que está poniendo en serio peligro la salud de los compañeros, entre otros, de la enseñanza pública. Lemos extiende su reivindicación de más financiación para la salud también a los centros concertados y sus trabajadores, infrafinanciados para la prestación de sus servicios desde hace muchas décadas.

MUFACE languidece. La infrafinanciación que padece hace patente que el 17% de incremento de las partidas presupuestarias del Estado no llega para asegurar su supervivencia. El horizonte que se vislumbra es claro: las mutuas han hecho sus cuentas y necesitan un 23% adicional para que el servicio sea viable. Eso o que las autoricen a exigir copagos a sus usuarios. Sin embargo, este extremo es totalmente inaceptable. Cualquier ciudadano en España tiene derecho a un sistema de salud gratuito y de calidad.

El equilibrio existente hasta hace bien poco está al borde de quebrarse. El riesgo de saturación de la sanidad pública es más patente que nunca ante la posibilidad de recibir, en un abrir y cerrar de ojos, a más de un millón y medio de usuarios. Todos saldremos perdiendo: funcionarios, médicos, enfermeras, administrativos, etc. ¿Por qué?

El convenio Estado-Mutuas es claramente beneficioso para el primero. El estado se beneficia de un servicio de calidad por mucho menos de lo que le costaría en el sistema público, a expensas de que las mutuas ajusten gastos en personal, mantenimiento, suministros, etc. para conseguir llegar a final de mes.

Todo ello nos ha hecho llegar a donde estamos. Ayer salimos a la calle a denunciar esta situación. No se puede tener calidad indefinidamente sin recursos. Cuando una empresa privada empieza a perder dinero sistemáticamente, llega un día en que o dice basta o echa el cierre. Para no llegar a estos extremos están los convenios: para equilibrar la balanza, aunque ésta siempre, en última instancia, termine por inclinarse del lado de la Administración.

En la USO hemos salido a la calle a defender a nuestros compañeros y compañeras para que no se juegue con su salud. Y, hasta aquí, todo normal. Todos nuestros colegas de CCOO, UGT, ANPE, ADIDE, USIE, UFP, SUP, ACAIP y SIAT han estado a nuestro lado, codo con codo, reclamando lo mismo para el provecho común.

Llegados a este punto, es tan irresistible como inevitable hacer una analogía.

¿Cuál es la diferencia entre este desolador paisaje y el día a día de los colegios concertados? Desde hace años ha quedado claro que la financiación de la escuela concertada es insuficiente. Los centros han intentado subsistir cobrando unas cuotas, muchas veces irrisorias, para poder pagar los servicios básicos a los que su alumnado tiene derecho: luz, agua, mantenimiento, limpieza… Se les han puesto todas las zancadillas posibles. Algunos no han aguantado el tirón y han echado el cierre para siempre. Otros, muchos, siguen luchando para evitar hacerlo.

La educación de calidad, así como la sanidad de calidad, necesita que se la cuide. El profesorado y el personal de administración y servicios están igualmente de implicados en su labor educativa independientemente del “apellido” –pública o concertada- que se les ponga. A falta de esos cuidados, son los usuarios -el alumnado- los que pagan las consecuencias en primer lugar. Pero, siguiendo la analogía, si todo el alumnado de los centros concertados se tuviera que absorber por los centros públicos, también pagarían las consecuencias todos los trabajadores de éstos.

Cuando la Administración recurre a los conciertos o convenios, da igual cómo se les llame, lo hace por el simple motivo de que no puede atender por sus propios medios a determinado colectivo. Pero si por el camino también intenta ahorrarse unos gastos justos y necesarios, el resultado llegará implacablemente en un momento u otro. La calidad desaparecerá.

En FEUSO -Federación de Enseñanza de la Unión Sindical Obrera- hace tiempo que olvidamos lo que nos diferencia, una mera palabra, y no cejamos en nuestro empeño de recordamos que el objetivo de nuestro trabajo y la pasión que nos mueve son los mismos. Por eso defendemos a todo el conjunto de los trabajadores de la enseñanza por igual. Porque sólo hay una máxima: tanto en sanidad como en educación, la calidad debe ser innegociable. Juan Lemos (Responsable de FEUSO Galicia).

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