Declaración final de la asamblea de escuelas católicas

El pasado 25 de mayo se clausuró en Santiago de Compostela la Asamblea de Escuelas Católicas de todo el mundo. La OIEC emitió esta Declaración Final.

LA ESCUELA CATÓLICA COMO PEREGRINA DEL SIGLO XXI

En Santiago de Compostela, 25 de mayo de 2007

1. La Asamblea General ha decidido reforzar la colaboración entre las regiones y al interior de las mismas y de orientar más sus trabajos sobre los temas de interés común.

2. La situación sociopolítica de numerosos países confronta a la escuela católica con muchos problemas de injusticia social, de hambre, de violencia de todas las clases, de manipulaciones diversas, de pérdida de valores, destrucción acelerada de las instituciones que han sentido la vida, de persecución más o menos abierta e los cristianos.
La Asamblea General invita a todos sus miembros a tomar posición de manera oportuna, pública y profética de estas realidades que condicionan inevitablemente el anuncio de nuestro mensaje.

3. Frente al surgir de formas de fundamentalismo religioso, la Asamblea General de la OIEC invita a las escuelas católicas a distinguir entre el verdadero y falso diálogo, entre la verdadera y la falsa religión, entre la fe y la ideología. La Asamblea invita al mismo tiempo a profundizar su propia identidad con respecto a las nuevas condiciones filosóficas y religiosas.

Frente a los desafíos variados que aparecen en las diferentes formas y diferentes connotaciones en las cinco regiones del mundo, la Asamblea General declara que no puede quedarse extraña y que lleva con determinación su parte de responsabilidad en la construcción de un mundo mejor.

4. Preocupada de la cohesión social, la Asamblea General de la OIEC invita a sus miembros a profundizar su misión de evangelización de los jóvenes y particularmente de los jóvenes con problemas.
Esta misión es así una respuesta a las esperanzas profundas de las familias, frecuentemente ellas también en situación precaria. Para realizar este objetivo, la Asamblea invita a sus miembros a desarrollar las nuevas pedagogías adaptadas que traducen en la vida cotidiana los valores evangélicos.

5. La Asamblea General de la OIEC invita a sus miembros a reforzar el esfuerzo de la formación inicial y continua de  los cuadros educativos y administrativos, más particularmente, de los laicos. Este esfuerzo necesita una colaboración más grande con las universidades y la utilización más intensa de las nuevas tecnologías. La Asamblea General desea que la OIEC llegue a ser promotora de la comunicación y de la participación de experiencias formativas.

6. La Asamblea General pide a sus miembros que se sientan concernidos por as políticas de educación y las tendencias contemporáneas afín de tener una contribución oportuna y pertinente en caso de debate.
Apoya todas las asociaciones que luchan por la subvención de la escuela católica sin ningún impedimento a la libertad de crear centros educativos, de nombrar los enseñantes y los directores y el derecho de los padres a elegir la escuela libremente.

7. La Asamblea General invita a sus miembros a hacer un esfuerzo conjunto para reforzar el rol de los representantes permanentes en Paría, Estrasburgo, Nueva York y Roma. Ellos contribuyen a una más grande visibilidad de la Escuela Católica en el debate internacional sobre los grandes temas que ocupan a nuestra sociedad.

8. La Asamblea General de la OIEC quiere mandar un testimonio de solidaridad con el Líbano

 

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