Galicia

En Galicia, hay que avanzar en la Analogía Retributiva

13 Noviembre

13 Noviembre 2006 por FEUSO | Galicia

Entrevista con Isidro A. Amoedo y José Porras Pose, responsables de la Federación de Enseñanza de USO-Galicia

¿Se ha notado el cambio de Gobierno autonómico en la educación gallega? 

 Isidro Amoedo.- En Galicia, después del cambio de Gobierno, hubo, como es natural en estos casos, un compás de espera para dar tiempo en la toma de contacto con la realidad. Ahora, a un año vista, podemos decir que se mantienen algunos compromisos adquiridos por el anterior equipo, como la Paga de Antigüedad, que debido a un problema burocrático se ha retrasado en el inicio del Pago, pero que ya se ha subsanado. También hemos negociado el Acuerdo de Mantemento de Emprego que en vez de ser anual, como los anteriores, ha pasado a ser plurianual, con vigencia hasta el 31 de agosto de 2009. Nos queda pendiente negociar la Analogía retributiva, ya que el anterior Acuerdo concluyó en septiembre de 2006. También nos queda negociar la reducción horaria, otro asunto capital para el futuro del sector de la enseñanza concertada.
Entendemos que desde la Federación de Enseñanza de USO-Galicia se ha trabajado mucho y bien para sentar las bases de futuras negociaciones que mejoren la situación sociolaboral de los docentes de la enseñanza concertada. Tendremos que seguir presionando a la Administración para que reconozca por la vía de los hechos el importante papel educativo que realizan todos los centros concertados y sus docentes.

¿Qué reivindicaciones destacarías de la Federación de Enseñanza de USO-Galicia para las próximas elecciones sindicales?

 José Porras.-  En primer lugar, estamos convencidos de que la Federación de Enseñanza de USO-Galicia va a obtener unos buenos resultados en nuestra Comunidad pues los profesores van a valorar la coherencia y el trabajo desempeñado durante estos años, tanto a nivel autonómico como nacional. La USO ha estado presente en todas las mesas de negociación que afectan a los trabajadores de la enseñanza concertada, aportando propuestas y soluciones para mejorar la situación sociolaboral de los docentes y del personal de administración y servicios, pieza clave en la vida diaria de los centros docentes. Lo mismo a nivel autonómico, aquí en Galicia, donde en todo momento lo único que ha guiado nuestra conducta ha sido la mejora de la consideración social de nuestros afiliados y afiliadas. En concreto, la USO sigue defendiendo el modelo de la complementariedad, es decir, la pacífica convivencia, en igualdad de condiciones, de los centros públicos y concertados, pues ambas redes educativas buscan los mismos objetivos: conseguir ciudadanos responsables que contribuyan a mejorar nuestra sociedad. Para ello, pensamos que se debe seguir trabajando en la homologación salarial y laboral de los docentes de la enseñanza concertada en relación con sus homólogos de la pública. Todavía existen importantes diferencias salariales en Galicia que conviene subsanar. Y lo mismo sucede con las condiciones laborales: a día de hoy, los horarios de los profesores de la enseñanza concertada gallega son mucho peores que los de la pública, con más horas de clase a la semana. Uno de los objetivos de nuestra Federación en las negociaciones del Convenio de Concertada y con la Comunidad es conseguir que los docentes también empiecen a homologar sus condiciones laborales. Resulta llamativo, en este sentido, la actitud de las Administraciones educativas. No paran de hablar de que la enseñanza concertada debe asumir los retos educativos que la sociedad tiene planteados, como la escolarización de alumnos inmigrantes o con necesidades educativas especiales. Sin embargo, a la hora de programar los medios humanos y materiales para atender a estos alumnos no se trata de la misma manera a la escuela pública que a la concertada. Pedimos, pues, que la Administración gallega realice también una apuesta por la enseñanza concertada, la mejor manera de defender la libertad.

¿Cuál es la principal seña de identidad de la Federación de Enseñanza de USO-Galicia?

 I.A.- A diferencia de otras opciones sindicales, nosotros no vamos contra nada ni contra nadie. En concreto, nosotros defendemos tanto la escuela pública como la escuela concertada. La complementariedad que defendemos –y que la sociedad española acepta sin ningún tipo de trauma- es una de nuestras más importantes señas de identidad. Somos conscientes de que tenemos más presencia sindical en la enseñanza concertada que en la pública, pero nuestros objetivos son crecer en todos los sectores. La defensa de la complementariedad nos lleva también a rechazar la guerra escolar y los enfrentamientos entre las dos redes, pues, como decíamos antes, las dos tienen los mismos objetivos. Por eso, no compartimos la ideología de algunas organizaciones sindicales que son partidarias de imponer el modelo de escuela única, con una presencia cada vez mayor de la escuela pública, opción preferencial de estos sindicatos. La creciente estatalización de la enseñanza española no beneficia a nadie, y menos a la libertad de los padres, quienes son los máximos responsables a la hora de elegir el tipo de educación que prefieren para sus hijos. Resulta curioso cómo algunos sindicatos que en algunas mesas de negociación hacen todo lo posible para marginar y convertir en residual la oferta privada y concertada, se quieran presentar en Galicia ante los docentes como los defensores de la enseñanza concertada.

¿Aumentará la presencia de la USO tras las elecciones sindicales?

 J.P.- Estamos seguros de revalidar y mejorar nuestra presencia en la enseñanza concertada, donde los profesores reconocerán que la USO ha sido un sindicato que no ha traficado con la defensa de la libertad de enseñanza. También hemos incrementado nuestra presencia en la escuela pública, especialmente a través de los profesores de Religión, un colectivo que ha sido tradicionalmente ninguneado por determinadas organizaciones sindicales que ahora, curiosamente, se presentan como los defensores de este profesorado (cuando antes ni siquiera los dejaban presentarse a las elecciones sindicales). La mejor manera de defender los puestos de trabajo de estos profesores es garantizar que la asignatura de Religión no se convierta en una asignatura de segunda división, como parece ser la intención del Gobierno. Su marginación curricular pondría en peligro el futuro laboral de muchos miles de docentes, algo que pocos sindicatos parecen defender.

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