17 Abril
17 Abril 2009 por FEUSO | Asturias
Para Antonio Cabeza, representante de FEUSO en el Comité de Empresa de los profesores de Religión de Asturias, “la asignatura de Religión en Bachillerato en los IES de Asturias corre un serio riesgo de extinción”.
La historia comienza allá por el final del curso pasado cuando en el borrador de proyecto curricular de Bachillerato se excluía a la asignatura de Religión del horario de mañana y se la marginaba al horario de tarde y sin ningún tipo de estudio alternativo. Dicha afrenta fue contestada contundentemente tanto por el profesorado como por el Arzobispado de Oviedo. La amenaza de la vía judicial y la convocatoria de una manifestación por las calles de Oviedo provocaron la apertura de conversaciones entre el Arzobispado de Oviedo y el Principado de Asturias al más alto nivel, fruto de las cuales se alcanzó un acuerdo: la Consejería de Educación del Principado de Asturias devolvería al horario normal de la mañana a la asignatura de Religión, con una hora en cada curso de bachillerato, tendría como alternativa “Atención educativa” y no se relegaría necesariamente a la asignatura a 7ª hora. Igualmente, se comprometía a enviar a los centros unas instrucciones precisas al respecto. Resultado, el Bachillerato tendría 31 horas y un día a la semana, en lugar de las seis horas preceptivas habría siete.
Pues bien, dichas instrucciones nunca llegaron y al principio de este curso cada centro organizó el horario como mejor le pareció. El resultado ha sido el mismo de siempre: la asignatura de Religión maltratada y con ella sus docentes.
Los efectos han sido demoledores:
• En 12 centros la asignatura de Religión ha desaparecido sobre un total de 73.
• En tres de cada cuatro centros educativos queda arrinconada y marginada en la única 7ª hora de la semana, con lo que los alumnos han de entrar antes o salir una hora más tarde de lo habitual, sin contar además con ninguna respuesta por lo general al problema del transporte escolar.
• Esta discriminación se hace aún más evidente e inaceptable en algunos centros donde a esta asignatura, y sólo a ella, se le asigna un horario de tarde.
• En otros centros, el número de periodos lectivos se vincula a la existencia o no de alumnos de Religión, lo que supone un condicionamiento intolerable de su libre elección al hacer recaer sobre ellos la responsabilidad de alargar la jornada y complicar la misma organización del centro, dando lugar además a los consiguientes agravios comparativos.
• Solamente en uno de cada cuatro centros se han buscado fórmulas que no penalicen expresamente ninguna materia.
La Plataforma Asturiana Religión en la Escuela, a la que está adherida la Federación de Enseñanza de USO, y la Delegación Diocesana de enseñanza han denunciado esta situación ante las autoridades educativas del Principado de Asturias, recibiendo muy buenas palabras pero que no se concretarían en ninguna acción que reparase tal agravio.
La situación anteriormente descrita que puede conllevar la extinción de la asignatura en el Bachillerato con la consiguiente pérdida de horas de docencia, unida a la ya frágil situación de la asignatura derivada de la implantación de la LOE, que ha supuesto la pérdida de otra hora en 4º de ESO, generan gran preocupación y desasosiego en el profesorado de Religión por la incidencia que pueda tener, tanto por la pérdida de puestos de trabajo, como por la calidad de los mismos.
Se está jugando sucio, muy sucio. Como no se puede acabar con la asignatura ni por medios legales, puesto que la Constitución, acuerdos internacionales y distintas sentencias avalan su presencia, ni por la falta de interés de las familias (las estadísticas de matriculación lo avalan) se endurecen las condiciones para cursar esta asignatura de tal manera que optar por ella sea un ejercicio de heroicidad.
Somos conocedores de que esta situación se reproduce en otras autonomías por lo que urge denunciar tal ignominia y que todos los sectores implicados (profesorado, sindicatos, obispados…) acometan la tarea de defender la asignatura de Religión y, lo que es más importante, los derechos fundamentales recogidos en la Constitución en los que esta se sustenta, decididamente, con contundencia y con todos los medios que el estado de derecho proporciona.
Antonio Cabeza González
Representante de FEUSO en el comité de empresa
de los profesores de Religión de Asturias