11 Febrero
11 Febrero 2015 por FEUSO | Asturias
El 10 de febrero, representantes de USO y de la Sección Sindical de Profesores de Religión de Asturias mantuvimos una reunión con Mercedes Fernández González, Presidenta del PP de Asturias y portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Junta General del Principado; con Susana López Ares, diputada autonómica y portavoz parlamentaria en las comisiones de Economía y Empleo y de Educación por el PP; y con Gloria García Fernández, Concejal por el PP en Mieres y Profesora de Religión.
La reunión trascurrió en un ambiente de cordialidad. Nuestro objetivo era transmitirles nuestra decepción con la LOMCE y hacerles conocedores de las duras consecuencias que se derivan de su implantación en Asturias, así como comprometerles en la búsqueda de soluciones para la asignatura de Religión y su profesorado.
Hemos sido escuchados con atención, han mostrado voluntad de tenernos presentes en su programa electoral e intervenir en nuestro favor desde el lugar que las próximas elecciones les concedan.
A continuación reproducimos literalmente el escrito que les hemos entregado y que creemos que recogen las impresiones y reivindicaciones de todo el profesorado de Religión de Asturias:
“En primer lugar, queremos darles las gracias por la oportunidad que nos brindan para transmitirles nuestras preocupaciones sobre la asignatura de Religión, su profesorado y la LOMCE.
El colectivo de profesores de Religión de Asturias está formado por 261 profesores, de los cuales 210 son profesores de Primaria y 51 de Secundaria y Bachillerato. El profesorado de Religión mantiene una relación contractual con las Administraciones públicas como Personal Laboral con contrato indefinido o temporal, lo que hace de nuestro colectivo una excepción en la Consejería de Educación, Cultura y Deporte y es fuente de conflictividad e injusticia que más adelante relataremos.
El profesorado de religión reúne todos los requisitos legales precisos para impartir docencia en las respectivas etapas educativas y participa constantemente en actividades de formación continua y actualización profesional. Es preciso conocer que las exigencias de la CEE (Conferencia Episcopal Española) a este respecto son mayores que las exigidas al profesorado funcionario para la percepción del complemento por formación continua (Sexenios).
Este colectivo ha visto como, ley tras ley, la calidad de la asignatura de Religión ha sido devaluada. Esta escalada comenzó con la LOGSE y llegó a su máxima expresión con la LOMCE, “su ley”. Es preciso reconocer que con la “no nata” LOCE (también suya) la asignatura recuperaba la calidad que nunca hubiera debido perder.
Esta última circunstancia, que en su momento concretasen una solución para la asignatura de Religión, provoca nuestra frustración y decepción con la LOMCE, el Gobierno del PP y por extensión con el PP. Muchos profesores de Religión habíamos depositado nuestras esperanzas y, de alguna manera, unido nuestro futuro a este Gobierno del PP y su ley de educación. Por este motivo, consideramos la LOMCE una auténtica traición, tan injusta como inesperada.
La LOMCE somete a la asignatura de Religión al capricho de las autonomías provocando de facto una situación tan esperpéntica que por el simple hecho de que cambie un gobierno autonómico, pueden cambiar las condiciones de la asignatura de Religión y, por extensión, las condiciones laborales del profesorado de Religión. Las consecuencias que se derivan de la implantación de su ley de educación, la LOMCE, son nefastas para el colectivo de los profesores de Religión de Asturias:
-En Primaria, de los 90 min. semanales en la LOE, se pasa a 60 min. en la LOMCE. Esta pérdida de horario, unida a nuestra condición contractual, hace que se modifiquen sustancialmente nuestras condiciones laborales. Un buen número de profesores indefinidos ven reducida su jornada, y por ello su salario y los profesores temporales engrosarán las listas del paro.
-En Secundaria, en el total de la etapa, nos han adelantado que se perderá una hora pasando de las cinco horas actuales a cuatro. -En Bachillerato, la Religión pierde la condición de asignatura troncal/fundamental por lo que se contravienen los acuerdos Iglesia
-Estado de 1979 y, a día de hoy, no sabemos si se va a ofertar o cómo se va a hacer. Las consecuencias que se derivarían serían las misma que para Primaria, pérdida de puestos de trabajo y merma de las condiciones laborales y salariales. -No se revisa la relación contractual del profesor de Religión o al menos sus condiciones laborales lo que supone inseguridad e injusticia. Esta circunstancia se concreta en:
• Cambios de jornada en función de pérdida de horas por impositivo político o merma de alumnado, circunstancia especialmente grave ya que un buen número de profesores se aproximan a la edad de jubilación y verían alterada su cotización.
• Imposibilidad para completar jornada impartiendo asignaturas afines o apoyos como el resto del profesorado.
• Imposibilidad para que el profesorado de Religión temporal alcance la condición de indefinido. Profesores temporales a perpetuidad.
• Imposibilidad para ocupar cargos unipersonales (Dirección, Jefatura de Estudios, Jefatura de Departamento…), como el resto del profesorado.
• Imposibilidad para percibir complemento por formación (sexenios). Somos los únicos profesores en los claustros que no lo percibimos pese a que en otras autonomías el profesorado de Religión si lo hace.
• Imposibilidad para percibir el complemento de Carrera profesional. De esta y de la anterior situación, se desprende una incomprensible injusticia en materia salarial. Como ejemplo, un profesor de Religión de Secundaria con 24 años de antigüedad estaría percibiendo en torno a 600 euros menos que un profesor funcionario de carrera o 400 euros menos que un profesor funcionario interino, incluidos los de Asturiano (que, como nosotros, no opositan).
La situación expuesta genera frustración y desánimo en un colectivo al que le cuesta trabajo comprender tanta injusticia e inquina por el simple hecho de que políticos de uno y otro signo nos hayan elegido como campo de batalla.
La asignatura de Religión no es privilegio alguno de la Iglesia, permite ejercer un derecho fundamental de la persona, forma parte de nuestro acervo cultural, está presente en los sistemas educativos de todos los países de Europa (a excepción de Francia), no está discutida socialmente, las familias o los alumnos escogen entre Religión y su alternativa con total libertad y naturalidad pese a que hay intereses creados por hacer ver lo contrario.
Los profesores de Religión estamos cansados de tener que circunscribir nuestras mejoras laborales al ámbito judicial. Nos vemos abocados a tortuosos y costosos procesos para que se nos reconozcan aquellos derechos que las Administraciones y políticos nos niegan. La escasa seguridad laboral que hoy disfruta nuestro colectivo ha sido lograda a golpe de sentencia.
Confiábamos en que el PP materializara aquellos compromisos que tantas veces adquirió con nosotros y nos damos de bruces con una ley que hace buena la LOE del PSOE.
Probablemente sea tarde para corregir los aspectos sustanciales de nuestras reivindicaciones, pero no así para otros.