28 Abril 2020 por FEUSO | Madrid

Durante estos días de confinamiento en los que los maestros están realizando una extraordinaria labor en programar actividades que les sean motivadoras a sus alumnos y, a la vez, fáciles de explicar para que puedan llevar a cabo la labor formativa sus familias, quisiera resaltar a los olvidados por un sistema educativo que ha tenido que modificarse desde finales del segundo trimestre hasta ahora:

 

El primer Ciclo de Educación Infantil.

 

            No voy a meterme en lo ya bien sabido de la importancia educativa que existe desde los primeros momentos de vida. No voy a repetir el símil del cerebro de un bebé como una esponja que todo lo absorbe… no, sabemos de sobra que la etapa de infantil (0-6 años) es el momento más importante y donde más se aprende en la vida del ser humano.

 

            Pues bien, las Escuelas de Primer Ciclo de Educación Infantil cerraron, sin opciones.

            La mayoría de Escuelas Infantiles y Casas de Niños públicas de la Comunidad de Madrid funcionan a través de cooperativas las cuales se han visto obligadas a realizar ERTES a todos sus empleados, y los equipos directivos formados por los cooperativistas, debido a que ellos están dados de alta como autónomos, directamente sin apenas ingresos.

 

            ¿Por qué creo que se ha llegado a esa situación?

            En todos los foros, instituciones, formaciones… se habla del papel educacional y asistencial del Primer Ciclo de Educación Infantil.

            ¿Cierto verdad ? No.

            A la hora de la verdad nos centramos solamente en el carácter asistencial cuando la realidad es otra. Es educacional.

 

            Los profesionales que realizan sus labores en las aulas de las Escuelas Infantiles, independientemente de sus títulos, se hacen llamar con el “certero y precioso” nombre de EDUCADORES.

 

            Toda Escuela o Casa de Niños se estructura desde un Proyecto Educativo de una calidad, permítanme que lo diga, Excelente, por lo que todo lo que se desarrolla en las aulas lleva una base pedagógica de calidad, incluido la atención a las necesidades básicas del niño.

           

            Y son educadores, porque respetan el desarrollo individual de cada niño en todas sus áreas o, como dice la Pediatra Emmi Pikler: “acompañando antes que enseñando” y educando de una forma natural, a través de la experimentación.

 

            Cambiemos de mentalidad de una vez y demos al Primer Ciclo de Educación Infantil el valor que se merece.

            El año pasado, el 15 de Octubre del 2019, Save the Children nos avisaba que “El acceso a educación 0-3 años reduce la probabilidad de repetición y abandono escolar, tasas que España encabeza a nivel europeo”.

 

            Olvidemos la “coletilla” de etapa asistencial. Es educacional. Somos educadores.

 

ROBERTO SERRANO. Educador Infantil