El pedagogo italiano Franco Nembrini publica El arte de educar. De padres a hijos

17 Marzo

17 Marzo 2014 por FEUSO | Actualidad

“La tragedia de nuestro tiempo es que ya no se educa”, escribe el profesor Franco Nembrini (Bérgamo, 1955), prestigioso educador italiano y director del colegio La Traccia en su ciudad natal, iniciativa educativa inspirada en las propuestas educativas de Comunión y Liberación. El autor conoció personalmente al fundador de este Movimiento, Luigi Giussani, autor del libro Educar es un riesgo, muy presente en este libro y del que destaca en un par de capítulos sus principales aportaciones educativas.

El libro es la aportación personal del autor al vacío sentido de la educación que se emplea hoy día, donde todo parece quedar reducido a técnicas psicológicas, pedagógicas o sociológicas, en parte por la excesiva presencia del Estado en la educación, lo que ha rebajado la responsabilidad de los padres como verdaderos protagonistas de la educación de sus hijos, y también por la imposición de una visión utilitarista de la educación, que la reduce a una mera herramienta del aprendizaje.

Nembrini se dirige a padres y educadores para convertir la educación es una profunda experiencia humana y religiosa, con implicaciones plenamente existenciales. Parte de una realidad en parte negativa, pues las ideas que se comentan en este libro están en retirada en la sociedad o son marginadas deliberadamente por los que promueven una educación con un paradigma contrario: “somos conscientes de la actual emergencia educativa –afirma Nembrini- y de que esta emergencia hace difícil la propia formación cristiana”. Lo cual subraya todavía más el importante papel que tienen hoy día aquellos educadores, en la familia y en los colegios, que no quieren sucumbir a esta tendencia reduccionista. Para Nembrini, hoy más que nunca, “educar es algo grande y misterioso”.

            El libro, prologado por el cardenal Camillo Ruini y por José María Alvira, secretario general de Escuelas Católicas, no tiene un desarrollo sistemático de las ideas que marcan la pedagogía de Franco Nembrini. Se trata de una selección de textos hablados, pronunciados en público, que proceden de diferentes intervenciones: conferencias, lecciones, testimonios, diálogos con educadores y padres, etc. Incluso se incluye la intervención del autor en un Congreso celebrado en Roma en 2007 sobre la educación católica que organizó la Diócesis de Roma y en el que también participó Benedicto XVI. Algunos capítulos están dedicados al sentido de la evaluación para un educador y al valor de la literatura en el proceso educador, con una personalísima lectura interpretativa del autor del clásico infantil Pinocho, de Carlo Collodi, visto como la síntesis de lo que la Iglesia enseña a los hombres. La variada procedencia de los textos añade dinamismo al libro y, también, un tono divulgativo que facilita su comprensión y alcance. Además, el autor recurre frecuentemente a su biografía, añadiendo anécdotas familiares y testimonios personales que subrayan humanamente el rico mensaje del libro. Sin embargo, la estructura del libro provoca que las mismas ideas aparezcan de manera un tanto reiterativa a lo largo de sus páginas.

            ¿Qué significa educar hoy día? Nembrini va al fondo del asunto, con comentarios que se refieren a la educación de los padres y de los profesores. “Mi padre –escribe- nos educó invitándonos simplemente –y siempre implícitamente- a mirar aquello a lo que él miraba”. Durante el libro se profundiza en la idea del testimonio que deben proporcionar los padres y educadores, testimonio que contribuye a introducir a los niños y jóvenes en la realidad y a proporcionarles un camino seguro en medio de una sociedad dubitativa y cínica que esquiva y entierra las preguntas fundamentales. El testimonio tiene, pues, un compromiso existencial que debe aparecer en todo momento, porque el educador debe “transmitir a través de las materias escolares un sentido de la realidad, mostrando las razones para la esperanza y poniendo su propia vida en ello”. La educación es, por eso, una relación afectiva que apunta directamente a la esperanza.

            Para Nembrini, la educación es la mejor herramienta para combatir, sobre todo, el cinismo que se ha instalado en la sociedad y que empapa el aire que respiran los niños y jóvenes, “repleto de imágenes falsas y artificiales” que adormecen su espíritu. La respuesta a esta desorientación es el acompañamiento, “la ayuda que damos a nuestros hijos para caminar en la vida con seguridad”, rellenando el vacío existencial con un significado que aporta, desde la tradición y la autoridad, un sentido unitario, una promesa de bien. Esta educación no se reduce solamente al ámbito escolar sino que debe empapar la vida social y hacerse visible también en el tiempo libre de los niños y jóvenes. Para el autor, “una educación incapaz de fascinar al joven en su tiempo libre es ciertamente pobre y humanamente inadecuada”. Asumiendo los riesgos y difundiendo otros parámetros, se pueden desafiar las unívocas categorías culturales dominantes tan extendidas hoy día desde diferentes altavoces, que simplifican el sentido y significado del hombre contemporáneo.

            Interesantes reflexiones, pues, para los padres y educadores cristianos, basadas en la experiencia personal y en el trabajo del autor en diferentes frentes educativos italianos. No aborda cuestiones accidentales o meramente prácticas sino que su intención es ir al fondo del asunto y facilitar a los padres y educadores ideas que doten de contenido existencial y espiritual su acción educadora, reducida por la modernidad a una simple y a menudo problemática cuestión terapéutica. A.T.

           

El arte de educar. De padres a hijos

Franco Nembrini

Encuentro. Madrid (2014). 256 págs. 20 €. (papel). 9,99 €. (digital). T.o.: Di padre in figlio. Traducción: Silvia Guerrero Fontana.

 

Back to top