La experiencia ha dado la razón a quienes nunca hemos compartido esta forma de abordar la Enseñanza Secundaria. El Ministerio acepta por fin que hay cosas que no han funcionado y admite que este principio ha de revisarse. Compartimos también la urgencia, manifestada en el borrador de documento a debate, de “establecer en el marco de la negociación sindical (…) el marco básico de la función pública docente para el profesorado de todo el Estado” así como “la carrera docente con un sistema de incentivos económicos y de promoción profesional ligado a la mejora de la práctica docente”. Para lo que se promoverá “un nuevo acuerdo con el profesorado, en el marco del Estatuto Básico de la Función pública docente.” Nos gustaría que se cumpliera lo que afirma el borrador en su propuesta nº 66 de “incentivar la estabilidad del profesorado en los centros”, lo que dudamos, a tenor del último borrador sobre concurso de traslados, que sigue contemplando que las vacantes se hacen públicas después de la convocatoria del mismo.
Entre alguna otra propuesta aceptable, la mayoría del texto del documento es una pura y simple declaración de intenciones, que no pasa de abundar en tópicos sobre la necesidad de mejorar la calidad de la Educación en un Sistema Educativo, ya muy mal planteado desde nuestra óptica particular.
Lo más significativo del documento a debate propuesto por el Ministerio de Educación es lo referente a la oferta de una Educación Secundaria Obligatoria, más diversificada al final de la Etapa; así como la revisión de los Programas de Cualificación Profesional Inicial. Da una gran flexibilidad al Sistema Educativo y empieza a romper con uno de los grandes dogmas de LOGSE y LOE: el principio de comprensividad.
