27 Noviembre
27 Noviembre 2018 por FEUSO | Actualidad
Antonio Amate, Secretario General de la Federación de Enseñanza de USO, intervino el 27 de noviembre en el Pleno del Consejo Escolar del Estado, órgano en el que participan las principales organizaciones educativas de nuestro país, que ha debatido el Informe 2018 sobre el Estado del Sistema Educativo. Este año, el Pleno se celebra en un momento conflictivo, en plena reforma exprés de la LOMCE sin que, como comentó el secretario general de FEUSO, haya habido un sosegado debate para analizar las medidas que se proponen; por ello, “manifestamos nuestro rechazo a la velocidad de crucero que el Ministerio está imponiendo en la tramitación de este Anteproyecto, con una prisa y unos plazos muy llamativos que dificultan la participación de las organizaciones y de la gente (la consulta pública fue una burla democrática)”.
En lo que se refiere al Informe propiamente dicho, Antonio Amate comenzó su intervención felicitando “a los servicios técnicos y a la ponencia por el trabajo que han llevado a cabo”, y anunció que USO votará a favor de la toma en consideración”.
A continuación, se refirió a la actualidad, mencionando el frustrado Pacto Educativo, que, sorprende, no se quiera retomar. Desde FEUSO se reitera “nuestra voluntad de colaborar en la construcción de un Pacto Educativo que esté por encima de las diferencias de las distintas posiciones en conflicto, un Pacto que subordine los intereses corporativos e ideológicos, las agendas políticas y sindicales de cada uno, al interés general”. Y para FEUSO, el eje vertebrador de ese Pacto, por encima de intereses partidistas, deberían ser “las cuestiones más relevantes de la enseñanza, que son las de naturaleza organizativa, académica y pedagógica, es decir, los factores internos del sistema educativo”. Por lo que se está viendo, alcanzar este pacto no es ninguna prioridad para el actual Gobierno.
A continuación, el Secretario General de FEUSO mostró la decepción y preocupación de nuestro sindicato por la presentación del nuevo Anteproyecto de Ley por el que se modifica la LOMCE y por el procedimiento que ha seguido hasta ahora el Ministerio de Educación. Para Antonio Amate, este Anteproyecto “es una contrarreforma en toda regla”. Más todavía: es una nueva ley de partido y de parte que supone el final de cualquier Pacto Educativo “y el inicio de otra confrontación educativa que prosigue una secuencia sin límite” en las últimas décadas.
Para FEUSO, “no existe una urgencia educativa para promover una nueva ley. Sí existe una urgencia democrática por definir un marco legal estable, consensuado y pactado para una educación del siglo XXI que no nos lleve en el túnel del tiempo a mayo del 2006 o como en la casilla 58 del juego de la oca, (la calavera de la muerte), a la casilla de inicio y volvemos a empezar. No se lo merece España, no se lo merece la educación ni la sociedad española. Estamos viviendo en directo un nuevo gran fracaso de la política, de los políticos y de la comunidad educativa como agentes efectivos del cambio y de la mejora para los más de 900.000 profesores, los más de 8 millones de alumnos y sus familias y el progreso social de todo el pueblo”.
Y como aperitivo de algunas cuestiones controvertidas concretas del nuevo Anteproyecto sobre las que FEUSO muestra su rechazo, “asistimos con asombro a la defunción de la breve vida de la Mesa de Negociación de la Enseñanza Concertada (tan sólo la reunión de constitución del pasado 5 de octubre), fulminada por la nueva Ley Celaá, o al triple salto mortal que da el Ministerio al redefinir el derecho a la educación de todos como el derecho a la educación pública para todos”. Para FEUSO, con estas propuestas partidistas, “se ningunea a la gente y su mayoría de edad, su capacidad de elegir como adultos libres en facetas de la vida tan importantes como la educación que quieren para sus hijos, dónde, con qué ideario o con qué opción filosófica o religiosa. Se pasa olímpicamente de establecer alguna mejora para el conjunto del profesorado”, y todavía menos para los trabajadores de la concertada, “que ni existieron para Wert antes, ni existen para Celaá ahora. Un mal comienzo con peor pronóstico para los siguientes pasos de este Anteproyecto”.
Y Antonio Amate concluyó su intervención en el Pleno del Consejo Escolar con estas palabras: “se lo dijimos así al señor Wert en julio de 2012. Se lo volvemos a decir a la señora Celaá en noviembre de 2018. Este no es el camino más razonable y más práctico para la educación en la España del siglo XXI. Y así, con este procedimiento y con este ritmo, desde luego, la Federación de Enseñanza de USO dice no”.
