20 Noviembre
20 Noviembre 2019 por FEUSO | Actualidad
El 20 de noviembre se celebra el Día Universal de los Derechos del Niño. Esta celebración conmemora la aprobación por Naciones Unidas de la “Convención sobre los Derechos del Niño”, que supuso un cambio en la consideración de los niños y las niñas como sujetos activos con plenos derechos. Este 2019 coincide con el 30 aniversario de esta aprobación.
Es, por tanto, un día de celebración por los avances conseguidos, pero sobre todo es un día para llamar la atención sobre la situación de los niños más desfavorecidos, dar a conocer los derechos de la infancia y concienciar a las personas de la importancia de trabajar día a día por su bienestar y desarrollo.
La “Convención sobre los Derechos del Niño” establece los derechos humanos básicos que deben disfrutar los niños en todas partes, sin discriminación alguna: el derecho a la supervivencia; al desarrollo pleno; a la protección contra las influencias peligrosas, contra el maltrato y la explotación; y a la plena participación en la vida familiar, cultural y social, independientemente del lugar donde hayan nacido.
Fue el 20 de noviembre cuando la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración de los Derechos del Niño. Esta declaración, que no tenia legalmente carácter vinculante, no era suficiente para proteger los derechos de la infancia. Tras años de negociaciones con gobiernos de todo el mundo, líderes religiosos, ONG, y otras instituciones, se logró acordar el texto final de la “Convención sobre los Derechos del Niño”, el 20 de noviembre de 1989, cuyo cumplimiento es obligatorio para todos los países que la han firmado.
La Asamblea General de la ONU recomendó en 1954 destinar un día a fomentar la fraternidad entre los niños y las niñas del mundo, y promover su bienestar con actividades sociales y culturales.
El objetivo del Día Universal del Niño es recordar a la ciudadanía que los niños son el colectivo más vulnerable y, por tanto, que más sufre las crisis y los problemas del mundo.
Dedicar un Día Internacional a la infancia también sirve para hacer un llamamiento mundial sobre las necesidades de los más pequeños y para reconocer la labor de las personas que cada día trabajan para que los niños y niñas tengan un futuro mejor.
Es una ocasión especial para que todo el mundo conozca los derechos de los niños y para recordar la importancia de trabajar para conseguir el bienestar de todos los niños y las niñas del mundo. Y es también un buen día para conocer las distintas formas de colaborar con los niños más vulnerables, para que sus derechos sean reconocidos y garantizar su bienestar y desarrollo.
Sin embargo, a pesar de los notables progresos alcanzados en el avance de los derechos de la infancia, todavía queda mucho por hacer. Los progresos han sido desiguales. Muchos países no conceden aún a los derechos de la infancia la importancia que merecen en la legislación nacional.
En la actualidad es injusto que sigan muriendo 12 millones de niños menores de cinco años en todo mundo, la mayoría por causas que pueden prevenirse fácilmente; que haya unos 130 millones de niños en los países en desarrollo que no reciben enseñanza primaria, la mayoría de ellos niñas, y que unos 160 millones de niños padezcan desnutrición grave o moderada.
A principios del siglo XXI, hay cada vez más en todo el mundo una mayor toma de conciencia sobre los problemas que afectan a los niños y el compromiso para resolverlos. Pero nuevos problemas -como por ejemplo el VIH/SIDA- amenazan con anular en numerosos países varias conquistas sanitarias y sociales que costaron grandes esfuerzos.
Los niños y las niñas del mundo han recibido una promesa que todavía está en pie: garantizar el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño. Las vidas de millones de niños y de niñas sufrirán si esta promesa no se cumple.
Fuente: www.UNICEF.es