14 Febrero
14 Febrero 2023 por FEUSO | Actualidad
Pedro Huerta, secretario general de Escuelas Católicas, fue el invitado al 39º Diálogo de Educación que organiza la Confederación de Padres y Madres de Alumnos COFAPA. Durante el Diálogo se abordaron los temas de máxima actualidad educativa, además de explicar el papel, las señas de identidad y los desafíos que tiene planteados Escuelas Católicas, organización que integra a cerca de dos mil centros educativos, la mayoría en la Enseñanza Concertada. Una delegación del Secretariado Federal estatal y de FEUSO-Madrid asistió a este acto, que se ha convertido en una prestigiosa cita institucional de la educación española.
En los centros de Escuelas Católicas, en todas las etapas educativas, están matriculados 1.206.294 alumnos y hay 104.965 trabajadores, de los que 85.592 son docentes. Escuelas Católicas supone el 15% del total del sistema educativo y el 57% de la enseñanza concertada, lo que la convierte en la organización más representativa de este sector.
La intervención de Pedro Huerta se ha centrado en destacar los desafíos actuales que tienen los centros de Escuelas Católicas. En sintonía con el mensaje del Papa Francisco y sus propuestas de un Pacto Educativo global, señaló los avances que se están dando en esta dirección, convirtiendo las escuelas educativas en constructoras de futuro.
Muchos son los retos planteados en un contexto globalizado y en cierta manera muy politizado. Para Pedro Huerta, el alumno debe ser el centro de todas las políticas educativas, facilitando lo que el Papa Francisco ha llamado “la aldea de la educación”, una expresión con la que propone humanizar todavía más la enseñanza. Estas escuelas, además, deben invertir en creatividad y talento, clarificando además la finalidad y los métodos que debe tener la misión educativa.
Todo ello en un momento complejo, de manera especial en el panorama educativo español, donde las políticas públicas, parciales y excluyentes, están marginando de manera deliberada a la enseñanza concertada. Pedro Huerta defendió de manera apasionada el papel de la escuela concertada, la necesidad de avanzar en los conciertos educativos y rechazó las críticas contra este modelo educativo, que funcionan como mantras desde hace décadas y que no están apoyadas en la realidad. Hay instituciones, partidos políticos, sindicatos y organizaciones educativas empeñadas en desprestigiar por sistema este modelo, al que desean demoler. Es necesario, señaló el secretario general de Escuelas Católicas, desmontar estas falsedades. Lo dijo bien claro: la escuela concertada no es la responsable de la falta de financiación pública ni es una fábrica de desigualdad y de segregación. El que siga utilizando estos descalificativos de manera malintencionada y partidista es que no desea sumar sino dividir.
Pensando en el futuro, Pedro Huerta apuntó algunas líneas que los centros de Escuelas Católicas deben asumir para contribuir de mejor manera a las necesidades de las familias, los alumnos y la sociedad. Destacó la necesidad de implantar una “cultura del cuidado”, que sitúe al alumnado en el centro del proceso educativo y con la intención de extender un humanismo compasivo; fomentar la “cultura del encuentro”, tan necesaria en el contexto actual; y poner en práctica una “cultura del diálogo” con todas las partes interesadas en la educación.