07 Octubre
07 Octubre 2024 por FEUSO | Actualidad
María Teresa Sáenz, de FEUSO-Extremadura, participó activamente en las reuniones que la Consejería de Educación extremeña mantuvo con los representantes de la comunidad educativa para la elaboración de la Instrucción que regula el uso de dispositivos móviles electrónicos personales en los centros educativos. Hemos mantenido una entrevista con ella para que valore la situación actual y las medidas que se están tomando, la mayoría restrictivas, en diferentes Comunidades Autónomas relacionadas con el uso del móvil.
¿Cómo ha sido el inicio del curso sin móviles en Extremadura y en otras Comunidades Autónomas?
El primer mes sin móviles ha supuesto un cambio notable dentro de la comunidad educativa. El alumnado, acostumbrado a tener estos dispositivos a su alcance en todo momento, ha tenido que adaptarse a su ausencia. En un inicio, algunos estudiantes han mostrado resistencia hacia esta nueva norma, en especial aquellos que solían hacer un uso constante del móvil. Para ellos, la prohibición ha significado un castigo o una señal de que no se confiaba en su capacidad para gestionar sus propias responsabilidades.
Sin embargo, con el transcurso de las semanas, el profesorado ha observado, como nos han comentado, un impacto positivo en el desarrollo de las clases y en el ambiente en general. El entorno se ha vuelto más enfocado y participativo. Algunos estudiantes, después de varias semanas sin utilizar el móvil, han comenzado a sentir una sensación de “libertad” al no estar constantemente pendientes de sus dispositivos, lo que ha repercutido favorablemente en su bienestar emocional y social.
¿Crees que la prohibición mejora el ambiente de aprendizaje en el aula? ¿Por qué?
Sí, consideramos que la prohibición mejora significativamente el ambiente de aprendizaje. Al eliminar esa distracción constante, los estudiantes pueden realmente enfocarse en lo que están aprendiendo. Sin la opción de desconectarse con el móvil, los alumnos tienden a estar más presentes y a participar más en las discusiones y actividades grupales. Esto, sin duda, crea un ambiente más colaborativo y dinámico, donde todos pueden contribuir y aprender juntos.
¿Qué cambios se han notado en el comportamiento y la atención de los alumnos desde que se implementó la prohibición de los móviles?
Uno de los cambios más destacados ha sido cómo ha aumentado la atención y la participación en clase. Los estudiantes parecen estar más presentes, no solo físicamente, sino también mentalmente. Sin los móviles a la vista, los alumnos se sienten más motivados a interactuar entre ellos y con el profesorado, lo que ayuda a fortalecer las relaciones y a desarrollar habilidades sociales importantes en el aula. Además, al haber menos excusas para sacar el móvil, hay un mayor enfoque en las tareas. En cuanto al comportamiento, también se ha visto una reducción en las interrupciones y los conflictos que antes estaban relacionados con el uso de teléfonos, como el ciberacoso o las distracciones durante las clases. En general, el ambiente en el aula se ha vuelto mucho más positivo.
¿Algunos centros han ampliado restricciones a sus docentes?
En algunos casos, sí. Aunque no es muy común, algunos centros educativos han extendido la prohibición de móviles también a los docentes durante las horas de clase. La idea es dar ejemplo y evitar que los profesores utilicen los dispositivos como distracción mientras están enseñando. En general, estas medidas no han sido del todo bien recibidas porque, como opinan muchos docentes, los móviles son unas herramientas muy valiosas que les permiten acceder a recursos educativos y adaptar sus métodos de enseñanza a las necesidades de sus alumnos, especialmente si estos utilizan aplicaciones o plataformas digitales para el aprendizaje. También consideran que poner restricciones estrictas podría dar la impresión de desconfianza hacia los docentes. Consideramos que es necesario reconocer la autonomía docente al diseñar las regulaciones, permitiendo a los educadores adaptar las normas a las necesidades pedagógicas y características específicas de su contexto.
¿Las familias están de acuerdo?
La mayoría de las familias están de acuerdo con la prohibición, ya que reconocen que el uso excesivo de móviles está afectando al rendimiento académico de sus hijos. No obstante, algunas familias muestran su preocupación por la necesidad de estar en contacto con sus hijos en caso de emergencias. Para ello, los centros han facilitado otros medios de comunicación que garantizan la seguridad sin necesidad de usar móviles en el aula. En todos los centros hay teléfonos que las familias pueden usar.
¿Consideras que la prohibición es una medida adecuada para mejorar la convivencia escolar? ¿Por qué?
Sí, consideramos que la prohibición del uso de móviles en el aula es una medida adecuada para mejorar la convivencia escolar. Al reducir las distracciones y los conflictos asociados a estos dispositivos, se disminuyen las oportunidades de ciberacoso y se crea un entorno más seguro y respetuoso para todos los alumnos. Esto fomenta el respeto y la empatía entre compañeros.
Además, sin móviles, los estudiantes tienen más oportunidades de interactuar cara a cara, lo que favorece el desarrollo de habilidades sociales y fortalece las relaciones interpersonales. También permite a los docentes mantener un mejor control en el aula, facilitando un ambiente de aprendizaje más fluido y organizado, donde se promueve la colaboración y el respeto mutuo.
¿Deberían los móviles tener algún papel pedagógico en la educación secundaria? Si es así, ¿en qué contextos?
Sí, los móviles pueden tener un papel pedagógico en la educación secundaria, pero su uso debe ser controlado y orientado a fines educativos específicos. Por ejemplo, podrían ser útiles para realizar investigaciones rápidas en clase, para el uso de aplicaciones educativas o para acceder a plataformas digitales de aprendizaje. No obstante, este uso debe estar claramente estructurado y supervisado por el docente para evitar distracciones innecesarias.
¿Cómo se gestionan los casos en los que los alumnos tienen necesidades específicas para usar el móvil (por ejemplo, temas de salud o comunicación urgente)?
En estos casos, los centros educativos suelen ser flexibles y comprensivos. Si un alumno tiene una necesidad médica, como el uso de una aplicación para controlar su salud, o si necesita estar en contacto por razones de emergencia, se permiten excepciones. Estos casos se gestionan de forma individual, con los tutores y la colaboración de las familias, para asegurar que se cumplan las normativas sin comprometer la salud o el bienestar del alumnado.