14 Noviembre
14 Noviembre 2008 por FEUSO | Noticias
Una representación de FEUSO-Madrid y Antonio Amate, secretario general de FEUSO, participaron en la Jornada que la Confederación de Padres de Alumnos COFAPA organizó el día 7 de noviembre, en la UNED de Madrid, dedicada al “Respaldo Social de la profesión docente”. Durante la Jornada se presentó un estudio sobre el tema de la Jornada que estuvo elaborado por los catedráticos Ramón Pérez Juste, Inmaculada Egido y Jaume Sarramona.El estudio, basado en más de 3.000 encuestas y entrevistas con importantes expertos en la educación, contiene novedosos datos y reflexiones sobre cómo percibe la sociedad española, los profesores, los padres y los alumnos el trabajo de los profesores.
La primera sesión estuvo dedicada al “Reconocimiento social al profesorado”, y estuvo dirigida por Ramón Pérez Juste, catedrático de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la UNED. En ella se habló de cómo los profesores son los que perciben que su trabajo no merece la consideración que merece. Sin embargo, en las encuestas realizadas a los alumnos y a los padres, éstos sí reconocen el destacado papel que desempeñan los profesores. En concreto, tanto los padres como los alumnos valoran la profesión docente por lo que supone de “educadores”, constituyendo lo que Pérez Juste denominó una “profesión de ayuda”.
A la hora de valorar los factores que más contribuyen al prestigio de los docentes, los encuestados opinan que se debe priorizar la vocación, la formación y la entrega. Una vez más, los padres y los alumnos consideran que el profesor debe ser ejemplar en el cumplimiento de su trabajo por los valores que transmite y representa. En esta sesión se analizó también la forma de acceso a la función docente, cuestionada en la actualidad por una considerable mayoría. En relación con lo que se debe evitar para desprestigiar la profesión docente, hay bastante consenso. En primer lugar, los padres reconocen que no deberían desautorizar en público las decisiones de los profesores, algo que está siendo más habitual de lo normal; en segundo lugar, todos los encuestados coinciden en que los cambios legislativos que se han dado en los últimos años son innecesarios y provocan desánimo y desaliento entre los docentes; por último, los alumnos –y resulta una novedosa reflexión- consideran que la extensión de la promoción automática, con el consiguiente descenso del nivel de exigencia de los alumnos, perjudica notablemente el trabajo docente.
También hay unanimidad a la hora de denunciar el papel negativo de determinados medios de comunicación, que sólo alimentan una imagen polémica y catastrofista de la enseñanza, cuando no presentan –como sucede con algunas series televisivas- una imagen deformada y negativa de lo que sucede en los centros educativos.
Inmaculada Egido, profesora titular en el Departamento de Teoría e Historia de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid, dirigió la segunda sesión, dedicada a “Las condiciones laborales y recursos”. En esta mesa estuvieron presentes la mayoría de los sindicatos más representativos de la enseñanza española, entre los que se encontraba FEUSO, representada por su secretario general. En esta sesión se abordó la opinión de profesores, padres y alumnos sobre las condiciones de trabajo (salarios y jornada laboral), acceso a la profesión docente, condiciones materiales y recursos económicos que se destinan a la educación. A la hora de reclamar más recursos, los más reivindicativos son los profesores, que opinan que deben incrementarse de manera sustancial los recursos destinados a la educación. Los padres opinan que los recursos son suficientes, pero que hay que gestionarlos mejor. Sobre los recursos materiales disponibles, la mayoría de los encuestados piensan que son los adecuados. Sobre el acceso a la profesión docente, sobre todo los profesores, son muy críticos con el sistema actual, especialmente con el abuso que se hace de la interinidad. Y sobre los salarios, se comparte la percepción de que son planos y poco motivadores. Los profesores valoran la estabilidad en el empleo y la autonomía profesional y, por lo general, se encuentran moderadamente satisfechos con el trabajo que realizan. En relación con los horarios, las opiniones de los profesores de la enseñanza pública y la enseñanza privada son distintas.
Antonio Amate, en su intervención, afirmó que “los padres tienen prioridad de paso cuando se trata de la educación de sus hijos y que esto implica seriamente creer en la complementariedad de las redes pública y privada-concertada”. En este sentido, algunas Administraciones educativas, ejerciendo unas prioridades injustas, convierten la red pública en la Primera División de la educación y la red concertada en la Segunda División. Y eso se nota en la manera de distribuir los presupuestos desde el Ministerio de Educación, Política Social y Deporte y desde las Comunidades Autónomas. Para FEUSO, “todos los centros tienen la misma finalidad, que es contribuir a la mejor educación posible para todos los alumnos. Pero esto, lógicamente, tienen unas implicaciones económicas y laborales, porque la calidad cuesta dinero. Y unas consecuencias, como son el mantenimiento real de todos los centros educativos; la homologación salarial de todos los docentes; la homologación laboral; la dotación de plantillas con especialistas en número suficiente; la concesión de los conciertos a Bachillerato y a la Educación Infantil; la consideración de los riesgos psicosociales de la profesión; el acceso a la formación permanente en igualdad de condiciones que los docentes de la escuela pública”.
La última sesión estuvo dedicada a “La formación del profesorado”, y estuvo dirigida por Jaume Sarramona, Catedrático de Teoría Educativa de la Universidad Autónoma de Barcelona. Insistió Sarramona en que son los profesores los que tienen una percepción más negativa de su trabajo docente y los que se consideran peor valorados. El resto, tienen en alta consideración el trabajo docente y piensan que deberían dedicarse a la enseñanza los mejores. Para ello proponen otra vías de entrada y selección de los aspirantes a la docencia, como sucede en otros países: Finlandia, Hong Kong, Singapur… Los padres y los alumnos destacan que debería prevalecer la vocación y el compromiso como las condiciones necesarias para dedicarse a esta profesión.
