El libro electrónico: una buena oportunidad para acercar la lectura a los adolescentes

07 Abril

07 Abril 2010 por FEUSO | Noticias

El último Anuario sobre el Libro Infantil y Juvenil, que publica todos los años la Fundación SM, incluye un capítulo monográfico a analizar la posible incidencia del libro electrónico en los hábitos lectores de la población juvenil. Resumimos a continuación este capítulo elaborado por el Departamento de Investigación de Mercados del Grupo SM.


El libro electrónico es ya una realidad dentro del sector editorial. Muchos rumores, cifras, datos y predicciones que han circulado en estos últimos meses le auguran un futuro más que prometedor. Sin embargo, contamos con poca información y pronósticos acerca del impacto que puede tener el aterrizaje del libro electrónico para el público adolescente. En este artículo (…) queremos permitirnos una pequeña reflexión acerca de cuáles pueden ser las principales claves que parecen indicar la buena conexión que, en un futuro, se producirá entre el libro digital y los adolescentes.

Estamos inmersos en la llamada era de la información, donde todo lo que acontece tiene en común el desarrollo tecnológico. Para ello, el sector editorial debe plantearse su posicionamiento en el mercado de ocio y situarse a la altura de lo que se espera para cumplir con uno de sus fines principales: adaptarse a los lectores de la sociedad actual y, en concreto, acercarse al mundo de los adolescentes.

Como evidencian los datos de los estudios anuales sobre Hábitos de lectura y compra de libros en España, entre la población denominada como menores de diez a trece años y los jóvenes-adolescentes de catorce a dieciocho años se produce un descenso más que apreciable en la frecuencia e intensidad lectora. La lectura es percibida por los adolescentes desde una posición muy cercana al concepto de estudio, así como de los preceptos adultos (lecturas obligatorias, recomendaciones paternas...). El hábito lector per se genera poca motivación. La lectura les exige compromiso y constancia, con dosis de concentración y esfuerzo intelectual, lo que choca con el momento intelectual y psicológico del adolescente.

A su vez, la lectura no conecta con el universo multimedia típico de la actual generación de adolescentes. Términos tales como nativos digitales o generación 3G pretenden explicar la importancia del universo audiovisual (pantallas, imágenes, vídeos, videojuegos...) para los adolescentes en la actualidad. Son la generación multipantalla, y lo más habitual en su día a día es realizar actividades simultáneas en un mismo espacio y tiempo. Una generación cercana a las nuevas tecnologías y a todo tipo de dispositivos electrónicos, por muy innovadores que parezcan. Internet surge como el principal canal de flujo de transmisión de contenidos, frecuentado y normalizado por la mayoría de los jóvenes hoy día. Es tal su desarrollo que incluso se comienza a hablar de analfabetismo tecnológico, aquel que no hace referencia a saber leer o escribir y que sí se refiere al empleo de la tecnología.

En términos generales, la aparición del libro electrónico en el escenario editorial puede suponer una oportunidad razonable para extender el hábito lector a aquellas poblaciones más reticentes o alejadas de la lectura. La digitalización parece aproximar de una manera decisiva al sector editorial al mundo del consumo masivo, al territorio del ocio. A partir de este momento, la lectura formaría parte de este “afán-pasión por lo tecnológico” de los jóvenes actuales, grandes demandantes de nuevos soportes electrónicos.

Aunque la penetración de los dispositivos e-books es muy escasa (solo un 5% de los internautas afirman poseer un dispositivo e-book), el grado de conocimiento es bastante elevado (el 75% de los internautas lo conocen), por lo que hay un mercado expectante y potencial bastante interesante para los diferentes agentes influyentes (editoriales, editores, distribuidores...).

El libro electrónico aúna una serie de características que lo posicionan como un producto de éxito futuro, en concreto:

–Permite sumergir la lectura dentro del mundo tecnológico que los adolescentes controlan, desean y manejan. En este sentido, el libro electrónico representa un desarrollo alternativo de publicación de contenidos que puede atraer y seducir a los jóvenes adolescentes desde un plano de horizontalidad con su mundo, valores e intereses.
– No cabe duda de que el libro electrónico, en un soporte tecnológico determinado (e-books, móviles, etc.), puede actuar como un elemento motivador hacia la lectura. Dotaría de este grado de atracción del que, en la actualidad, el libro no dispone para los perfiles menos lectores, entre los cuales encontramos a gran parte del público adolescente. En la actualidad se prima en mayor medida la expectativa de uso en sí, el disponer de lo último, sobre el uso duradero de ello. Los soportes electrónicos posibilitarían a los adolescentes participar de esta moda y, por consiguiente, disfrutar del contenido dado.
– Supone un alejamiento del ámbito escolar y de la enseñanza. La lectura en el territorio de ocio puro, asociado al placer y el hedonismo.
– Se satisface el afán “acumulativo” imperante en los adolescentes actuales (ya ocurre con las películas y la música), se cumple con la necesidad de “posesión” de una gran cantidad de contenidos para “estar al día” y no quedar relegado en su círculo de iguales.

Habría un uso del libro electrónico para otros contenidos. Probablemente en un futuro no muy lejano, estos dispositivos tecnológicos permitirán incluir otro tipo de contenidos como imágenes o música, lo cual multiplicará su atractivo para la población adolescente.

Los libros y el mero hecho de leer no pueden dejar pasar esta oportunidad de acercarse, casi de modo empático, a estos jóvenes tecnológicos. Los libros electrónicos deben formar parte, al igual que el ordenador, la consola o el mp3, del ocio activo de los jóvenes.

 

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