01 Febrero
01 Febrero 2011 por FEUSO | Noticias
La Comisión Europea y Eurostat han dado a conocer los resultados sobre abandono escolar temprano entre los países miembros de la Unión Europea. España, Portugal y Malta ocupan los últimos lugares de un preocupante ranking, pues el abandono escolar es el origen de posteriores y a veces graves problemas personales, sociales y económicos.
La imagen es todavía más negativa si se compara con los datos anteriores, pues España es el único país en el que el abandono escolar crece de un 27% a un 31,2%, mientras que desciende en Portugal hasta el 31,2% y en Malta al 38%. La media europea es del 14,4%, aunque hay países como Finlandia y Eslovenia que tienen sólo un 5% de abandono, cifras que están incluso por debajo del objetivo que se ha propuesto la UE para 2020, que es del 10%.
En España, abandonan la escuela más los chicos que las chicas en todos los niveles (sin que se haga absolutamente nada para abordar como se merece este asunto); lo mismo que los inmigrantes, cuyas tasas de abandono llegan al 45% frente al 27% de los españoles. Las causas que se achacan a este incremento son variadas, aunque se cita, entre otras, la alta dependencia del trabajo juvenil del sector de la construcción. También los jóvenes españoles siguen sin apostar por la Formación Profesional: en España se gradúan en FP el 38% de los jóvenes, frente al 52% de media europea. A este triste panorama se vienen a sumar los datos proporcionados por el reciente Informe PISA, que sitúa a España instalada en la mediocridad. La educación española, pues, no levanta el vuelo, a pesar de que los datos de algunas Comunidades Autónomas invitan en algunos aspectos al optimismo.
Desde hace ya años, FEUSO ha criticado la rigidez de nuestro sistema educativo, la escasa apuesta por la autonomía pedagógica y administrativa y el empeño de determinados partidos políticos por utilizar demagógicamente las cuestiones educativas para su limitado provecho. Esta actitud impide aunar fuerzas para, entre todos, alcanzar un Pacto de Estado que garantice a la educación la estabilidad necesaria para abordar las necesarias reformas que tienen que hacerse para mejorar la calidad de nuestro sistema educativo, como ya sucedió el curso pasado. Al contrario, vemos a un Gobierno y a un Ministerio de Educación autocomplaciente que no reconoce su falta de liderazgo para que la educación española salga de la abulia en la que está instalada desde hace años.
Peor todavía. Al Gobierno, sumido en sus urgencias económicas, no se le ocurre otra cosa que en un momento clave para el futuro de la educación, con la connivencia de las Comunidades Autónomas, recortar el gasto educativo y, lo que es peor, recortar los salarios de los docentes de la enseñanza pública y de la concertada. Las recetas que se proponen para mejorar esta situación son muchas y variadas; desde la Federación de Enseñanza de USO defendemos que la primera medida que debe tomarse es prestigiar de verdad la labor que realizan los docentes en nuestro país. Si queremos tener unos profesionales comprometidos con su trabajo, hay que hacer todo lo posible para que sus condiciones laborales y salariales sean las apropiadas.
Desde hace ya tiempo, nada de esto sucede en nuestro país. Y por algún sitio hay que empezar.
FEDERACIÓN DE ENSEÑANZA DE USO
1 de febrero de 2011
