17 Febrero
17 Febrero 2012 por FEUSO | Noticias
Una delegación de la Comisión Ejecutiva de FEUSO y de FEUSO-Madrid, asistió el 9 de febrero en Madrid al X Diálogo de Educación que organiza la Confederación de padres y madres de alumnos COFAPA. En esta ocasión, la invitada fue Irene Rigau, Consellera de Enseñanza de la Generalitat.Durante su intervención, Rigau fue repasando todas aquellas cuestiones educativas de máxima actualidad. Para la Consellera, persona con una amplia experiencia en el mundo educativo, no es el momento de entrar en modificaciones sobre la estructura del sistema educativo (“las estructuras por sí mismas no garantizan la calidad”) sino de analizar con profundidad lo que está pasando ahora en las aulas para introducir cambios pedagógicos con el fin de mejorar el rendimiento de los alumnos y rentabilizar los medios humanos y materiales que se invierten en enseñanza. En este sentido, dijo que ha llegado el momento de que la sociedad, y buena parte de las instituciones que forman parte del sector educativo, aparquen la batalla de los tópicos y se enfrente con la realidad. Todos aquellos debates que vuelvan otra vez sobre la guerra escolar entre la escuela pública y la concertada repercuten negativamente en la educación. Como refrendó la Ley de Educación de Catalunya, la educación es un servicio de interés público y, por tanto, tienen derecho a financiación pública todos los modelos en igualdad de condiciones.
Rigau afirmó que el gran reto de la educación pasa por implicar más a las familias en la educación de sus hijos, mejorar la formación de los futuros docentes, profesionalizar la dirección de los centros educativos y disminuir el fracaso escolar. Para mejorar el rendimiento de las escuelas, propone rebajar la presencia de tantos elementos de la moral del ocio que se han introducido en la escuela, ralentizando los procesos de aprendizaje.
En relación con la reforma del 4º de la ESO anunciada por el Ministerio de Educación, indicó que para los centros que ofrecen ESO y Bachillerato, la propuesta no representa grandes modificaciones, pero sí para los que ofrecen sólo hasta ESO –más de 400 en Catalunya–, porque estos centros "o se reconvierten o no tendrán alumnos de secundaria". Además, en un momento de crisis económica, cualquier cambio que lleve consigo una modificación de los edificios puede acarrear una inversión muy fuerte, lo que no parece que sea lo mejor para los tiempos que corren. "Estamos cansados de invertir en ladrillo –dijo-; queremos invertir en formación".
