“La LOMCE debería haber avanzado en la complementariedad de las redes educativas”

15 Julio

15 Julio 2013 por FEUSO | Noticias

Antonio Amate, secretario general de la Federación de Enseñanza de USO, compareció a primeros de julio en la Comisión de Educación y Deporte del Congreso de los Diputados para explicar la valoración de FEUSO del Proyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad de la Educación (LOMCE), que ha iniciado ya su andadura parlamentaria. En la Comisión de Educación han comparecido las principales organizaciones educativas de nuestro país. Hemos mantenido una entrevista con Antonio Amate para valorar su intervención y para que nos explique las luces y las sombras de la LOMCE.

P.- Le hemos leído en repetidas ocasiones que no parece que atravesemos el mejor momento para un nuevo cambio de ley educativa.

R.- Cuando el Ministerio presentó el borrador del actual Proyecto de reforma ya desde FEUSO manifestamos que las circunstancias eran y son extremadamente desfavorables a un cambio profundo en materia de legislación educativa. Cualquier iniciativa, incluso dotada de las mejores ideas, como puede ser el caso, puede naufragar en el contexto socioeconómico en el que nos encontramos.  

P. La crisis, además, ha tenido consecuencias muy negativas para el profesorado, artífice y protagonista de cualquier tipo de reforma. ¿Introduce la LOMCE mejoras para un colectivo muy desanimado?

El profesorado es quien tiene que aplicar esta nueva reforma y, una vez más, se ha contado poco con su opinión profesional y con su experiencia. Un profesorado que está sufriendo, tanto en la escuela pública como en la concertada, recortes salariales que han llevado a una disminución de su poder adquisitivo acumulado en los últimos tres años por encima del 20%, en algunos casos, que también ha visto notablemente dificultada su labor pedagógica por la disminución de plantillas, el incremento de la ratio alumno/aula, una severa escasez de recursos y una precariedad laboral sin precedentes.
Por culpa de este contexto tan negativo, mayoritariamente el profesorado no muestra ningún entusiasmo por los cambios que se avecinan, y sobre todo, porque el actual Proyecto de Ley no contiene ningún avance, ninguna mejora para el profesorado, ni de la escuela pública ni de la escuela concertada y privada. Tan sólo hay nueva alusión a una futura “ley sobre la función docente” de cuyos contenidos no tenemos ninguna noticia, y de la que también desconfiamos, por la experiencia de los últimos años, de que haya voluntad política de sacarla adelante y de llevarlo a algún puerto.
No parece, además, que los lógicos cambios que va a provocar, muchos de ellos traumáticos para miles de profesores, vayan a estar acompañados de un esfuerzo financiero que minimice en la medida de lo posible sus efectos negativos, dada la precariedad con la que se han elaborado las previsiones económicas que acompañan al nuevo Proyecto de Ley.

P.- La LOMCE parece haberse olvidado, pues, del profesorado.

R.- Sí. Y este olvido, no sabemos si premeditado, es la principal razón por la que la USO mantiene una posición crítica hacia la LOMCE. Porque entendemos que, aunque contiene algunas orientaciones y objetivos que compartimos, no ha dispuesto ninguna mejora sociolaboral para el profesorado y previsiblemente le acarreará perjuicios y daños. Para nosotros es irrenunciable la mejora del reconocimiento de la función docente en cualquier marco legal.

P.- Entre las organizaciones contrarias a la LOMCE se aprecia un cierto inmovilismo. Su opinión parece ir en la línea de dejar las cosas como están porque no está el horno para bollos.

R.- No es nuestra opinión. FEUSO es favorable a una reforma educativa, porque la creemos necesaria. Nosotros nos opusimos a la actual Ley Orgánica de Educación (LOE) junto a una muy notable e importante representación de la comunidad educativa y de la sociedad. La LOE, como parece ser lo normal entre los políticos, tampoco contó con el consenso que todos esperábamos. 
Fuimos favorables a algo que ha pasado desapercibido: el último cambio de configuración de 4º de la ESO y de los PCPI llevado a cabo por el anterior Gobierno como consecuencia de la aprobación de la Ley de Economía Sostenible, y que son precursores de la actual propuesta de flexibilización de la comprensividad en la ESO y del nuevo diseño de la Formación Profesional.
Porque pensamos que la LOE es una ley agotada, que ha provocado en parte la pésima situación en la que se encuentra la educación española, hacen falta cambios, aunque reconocemos que se trata de un asunto delicado, pues en este asunto resulta imposible alcanzar un mínimo acuerdo o pacto de estado. Desde USO defendemos una “solución estable a la cuestión educativa” del país, enfrentada en una dialéctica inagotable y al parecer también irreconciliable que tiene su reflejo más evidente en los vaivenes legislativos de los gobiernos de uno u otro signo político.

P.- La mayoría de las organizaciones que se posicionan en contra de la LOMCE defienden un modelo educativo asentado en la escuela única, pública y laica. ¿Qué opinión le merece este posicionamiento ideológico?

R.- No es el modelo de la USO. Para nosotros se trata de un modelo ideológico prefabricado y desfasado que ya no es válido para una sociedad moderna, heterogénea y plural como es la nuestra.

P.- Desde algunos sectores se dice que la LOMCE es una ley que beneficia a la enseñanza concertada.

R.- Ni mucho menos. Es otro de los tópicos que se manejan muy fácilmente cuando se abre la veda del debate educativo. Para la USO, la LOMCE debería haber profundizado más en la complementariedad de las redes educativas desarrollando mejor la libertad de elección de centro para las familias, y para todos, y que por ello debería haber resuelto la verdadera y real discriminación que padece la educación en España, que es la que clasifica a las familias por razones económicas o por decisiones administrativas (como está sucediendo en Andalucía, que ha propiciado un auténtico disparate administrativo con tal de disminuir el peso de la concertada), y que sigue limitando o imposibilitando que año tras año muchos padres puedan elegir el centro de su preferencia para sus hijos, o que todos los alumnos gocen de la misma calidad de los servicios educativos en todos los centros sostenidos con fondos públicos.
O de igual manera, que los trabajadores de ambas redes de centros disfruten de una homologación económica y laboral real, que se vienen enunciando desde la LODE del 85, pero que todavía 28 años después no se ha conseguido con la inestimable ayuda de todos.

P.- Los medios de comunicación han centrado el debate de la LOMCE en dos cuestiones que, sin embargo, no parecen ser las más importantes. Su simple mención suele despertar una tajante división de opiniones: la asignatura de Religión y la Enseñanza Diferenciada. ¿Cuál es la posición de FEUSO sobre estos dos polémicos asuntos?

R.- Desde FEUSO somos partidarios de una escuela plural, libre, de calidad y gratuita para todos, con independencia de la renta económica de las familias. Por eso, y por la defensa que hemos hecho siempre de un mayor peso de las humanidades en el conjunto de las enseñanzas, defendemos la presencia de la asignatura de Religión en la escuela, voluntaria y para quien la elija, aunque no nos gusta la configuración que ha adoptado en la LOMCE y que no se ha mejorado la situación laboral de su profesorado.
Y por lo mismo también somos favorables al concierto de todas las modalidades y tipos de escuelas que respeten el marco legal y constitucional, también de la escuela diferenciada, voluntaria y para quien la elija, una vez que ha quedado resuelto por la jurisprudencia que no existe ninguna discriminación negativa por razón de sexo, y que cuentan con una demanda social importante.

P.- La Ley hace una decidida apuesta por la Formación Profesional. ¿Le parece acertada esta dirección?
R.- Sí. La Formación Profesional debe ganar en prestigio y en alumnos. De entrada, desde FEUSO vemos de manera positiva la superación de la comprensividad radical de la que adolece la ESO, eso sí, a condición de que no se haga en detrimento de la atención a la diversidad y muy especialmente a costa de los alumnos con dificultades educativas.
Para nosotros, la Formación Profesional no debe ser el destino inevitable de los malotes, de los torpes y de los que tienen una situación socioeconómica más desfavorable. La Formación Profesional es una cosa muy seria que merece todo el respeto del mundo y que hay que dignificar entre todos. Hay que financiarla de manera prioritaria para dotarla de los mejores recursos humanos y materiales (que no ocurra como en la Comunidad de Madrid y su lamentable tratamiento al concierto de los ciclos formativos de Grado Superior). La apuesta que la LOMCE por la Formación Profesional va en la dirección correcta para lo que la sociedad española y el sistema educativo necesita.

P.- El debate educativo también se ha centrado en las evaluaciones externas.

R.- Menos mal que estas pruebas han ido cambiando al ritmo de los borradores y lo que figura en el actual Proyecto de Ley, las de ESO y el Bachillerato, nos parece más de sentido común. Sin embargo, creemos que se ha sobreactuado en su excesiva multiplicación y en su diseño final. Somos partidarios de fomentar la cultura de la evaluación, y de que esta sirva para conocer en profundidad las luces y las sombras de nuestro sistema educativo, pero sobre todo deben servir para tomar medidas eficaces que recuperen a los alumnos con dificultades y refuercen la atención a aquellos alumnos que más lo necesitan.

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