USO, sindicato mayoritario en el sector de la Discapacidad en Cantabria, exige salarios que no precaricen más a los trabajadores de dicho sector. En febrero del 2023, los sindicatos firmantes de este Convenio rubricaron el acuerdo de las Tablas Salariales con salarios base muy por debajo del SMI de dicho año de 830 y 965 euros en sus categorías más bajas.
A día de hoy, con la subida del Salario Mínimo Interprofesional nos encontramos en un escenario en el que sumando complementos vinculados a la formación y antigüedad en la empresa como son el N1 y N2, estos quedan absorbidos de manera automática, lo que frustra la posibilidad de consolidar unos complementos salariales en las nóminas mermando su importe. No existe, por tanto, una diferencia retributiva entre un trabajador con más de 10 años de antigüedad a uno recién contratado al situarse el SMI ya en 1134 euros, cuando en el convenio, hay complementos unidos a la antigüedad y formación.
USO reprocha a los sindicatos firmantes del Convenio que hayan consentido esta situación desde hace más de 5 años y que ahora precisamente sean ellos los que pongan en el foco dicha cuestión cuando llevan años siendo partícipes. USO solicita soluciones inmediatas que llevan bloqueadas desde la pandemia y quiere instar a un Convenio Regional donde se negocien mejoras tangibles que tienen a veces poco que ver con las del Convenio Nacional. La incapacidad de negociación trae consecuencias innegables en los trabajadores y es lo que se debe paliar con medidas urgentes.
USO manifiesta igualmente que la variedad dentro de las tipologías de centros que hay no permiten una adecuación dentro de las categorías profesionales y representan realidades muy distintas dependiendo de donde se desempeñe su labor. Por eso, USO apuesta por la creación de nuevos perfiles profesionales más ajustados al puesto de trabajo.
USO añade que, precisamente, son las categorías más bajas las más vulnerables del Convenio y los más castigados por dicha absorción. Al margen de lo salarial, el Convenio permanece sin incluir mejoras tangibles. Una de ellas es el complemento de incapacidad temporal, donde el trabajador no genera el complemento de su paga extra mientras está de baja, los días de asuntos propios, la reducción de la jornada laboral, jubilación parcial, días de asuntos propios y temas que la pandemia dejó en el olvido, motivado por la dejadez de los sindicatos negociadores.
Asimismo, las subvenciones destinadas a los centros deben verse reflejadas en los salarios de los trabajadores de dicho sector, ya que hay partidas que se incrementan anualmente que luego no repercuten todo lo deseable en las mejoras salariales por lo anteriormente referido y que cada vez son más necesarias con la inflación de estos últimos años.