31 Octubre
31 Octubre 2018 por FEUSO | Noticias
No hace mucho, la relación de las familias con la escuela era mínima, aunque desde lejos se basaban en el respeto y la autoridad de los docentes. Luego, las familias entraron en la escuela al aliarse con los docentes para conseguir la modernización de los centros y la enseñanza. La mayoría de expertos coinciden en la importancia de establecer lazos de confianza, ya que favorece el rendimiento del alumno, la relación padres-hijos y una mejor percepción mutua del colegio y la familia.
A pesar de ser de gran importancia, la relación entre docentes y familias no siempre es ideal, nunca ha sido de 10, pero parece que las notas empeoran. Hoy en día, los padres se implican más en la educación de sus hijos, lo que se considera positivo, pero también genera más conflictos con los docentes, que se sienten cuestionados. A su vez, éstos critican la sobreprotección de los hijos.
Actualmente, los padres no dudan en enfrentarse al profesor, denunciarle o injuriarle si con ello consiguen que su hijo saque partido de la situación, aunque se salten las normas, falseen hechos, pisoteen los derechos de sus propios compañeros o difamen al profesor.
Por este motivo, los docentes se sienten cada vez más cuestionados ante cualquier decisión que adoptan en clase. A menudo, las familias desautorizan a los docentes. El acoso y amenazas de padres es el principal motivo por el cual los docentes solicitan ayuda a profesionales en casi un 30% de los casos.
Conflictos más comunes que podemos identificar en la relación docente-padres:
- Los padres se sienten amenazados por la idea de que alguien más esté educando a sus hijos, generalmente porque consideran que la educación que reciben sus hijos en el aula contradice a la educación familiar.
- Los docentes tienen algún desacuerdo con los alumnos y éstos comunican de manera alterada la información sobre dicho desacuerdo a sus padres.
- Los padres consideran que el docente no pone suficiente atención a su hijo(a) o que lo controla demasiado.
- Los padres consideran que el docente está siendo injusto con sus hijos en alguna situación específica.
Perfiles de padres conflictivos
Natalie Schwartz describe en The Teacher Chronicles tipos de padres y madres que pueden ser conflictivos y cómo deben lidiar con ellos los profesores de sus hijos:
- Hiperimplicado. Agobia con correos electrónicos y visitas repentinas. Schwartz aconseja establecer un calendario razonable de contactos para tenerle al día (cada dos o tres semanas) y que le tranquilicen sobre su hijo.
- Ausente. No responde a avisos ni acude a reuniones. Hay que intentar adaptarse a su horario, llamarle por teléfono si no puede ir a la escuela.
- El muy exigente. Que pide que se ponga a su hijo en el grupo avanzado, que se eleve el nivel… El profesor debe reflexionar si el alumno podría dar más de sí o explicar al padre que si se le exige más de lo que puede dar, se puede frustrar al alumno.
- El que se pone a la defensiva. Culpa al profesor o la escuela si el alumno tiene un mal comportamiento o malas notas. El profesor debe tener una actitud positiva, destacar lo bueno del alumno y pedir a la familia que ayude a mejorar el aspecto conflictivo.
- El que no coopera. Que considera más importante que las clases un certamen de ballet o una minigira con el equipo de fútbol. Los profesores no deben aceptar excusa alguna que no sea una enfermedad o emergencia familiar.
La escuela del futuro seguirá necesitando una relación fluida con las familias, lo que exige esfuerzos por ambas partes.
Consejos para lidiar con situaciones de conflicto en la relación padres-docentes
- Actuar de manera asertiva para solucionar el conflicto.
- Establecer una conversación presencial de comunicación donde haya un clima de confianza y respeto.
- Asegurar a las familias que el objetivo de la reunión es generar un clima donde puedan aportar su experiencia y habilidades para llegar a una solución que beneficie al alumno. El trabajo en conjunto y la opinión de más voces siempre resulta beneficioso.
- Durante estas entrevistas, es muy importante que el docente escuche de manera honesta y activa lo que tienen que decir los padres. Independientemente de si estamos de acuerdo o no, sentirse escuchados es un primer paso hacia la construcción de una solución.
- En caso de haber un malentendido en cuanto a alguna comunicación previa, aclarar de manera precisa y respetuosa lo que sea necesario. Para lograrlo, es importante tener información que avale su posición.
- Independientemente de la situación, es importante que el docente se refiera al alumno no solo desde sus errores, sino también desde sus éxitos y logros. De esta manera queda claro que no es nuestra intención perjudicar al alumno por algún prejuicio personal, sino que hemos hecho un análisis profundo sobre su situación con el objetivo de ayudarlo.
- Al discutir posibles soluciones, es importante enfatizar la naturaleza colaborativa de esta tarea. Hay que evitar decir qué es lo que los padres o el alumno deben hacer para solucionar el problema. En lugar de eso, proponer cómo se puede trabajar en conjunto para resolver las cosas.
- Una vez que tanto los padres como el docente hayan propuesto soluciones, es importante procurar llegar a un acuerdo y activar un plan de acción que indique qué acciones se van a llevar a cabo para resolver el problema.
- En caso de no lograr llegar a un acuerdo: asegurar a las familias que se puede solucionar desde otra perspectiva a cargo de un tercero que ejerza de árbitro, en este caso la dirección escolar.
- Independientemente del resultado de la reunión, es importante programar una forma específica y clara de seguimiento y comunicación entre el docente y los padres. Esto promueve la construcción de una mejor relación entre ellos a partir del respeto y la confianza mutuos. De estar disponible, un canal apropiado para este seguimiento es el correo electrónico, ya que es de fácil acceso para ambas partes y genera un registro de la comunicación.
La escuela del futuro seguirá necesitando una relación fluida con las familias, lo que exige esfuerzos por ambas partes.
Imma Badia Camprubí
Secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral
FEUSO.-
