30 Enero
30 Enero 2012 por FEUSO | Profesorado de religión
Artículo de la Federación de Enseñanza de USO-Navarra enviado a los medios de comunicación a propósito de algunas declaraciones sobre la conveniencia o no de que esta asignatura se imparta en los centros escolares. Todavía hay muchos que quieren imponer a los padres, responsables de la educación de sus hijos, la educación que se debe dar en los centros. Conviene recordar que la asignatura de Religión la eligen optativamente los padres y sus hijos. Y más del 80% de las familias eligen en España la asignatura de Religión. ¿Aquí no cuenta la estadística ni la democracia?¿Qué aporta la clase de Religión? Esta es una pregunta que más de uno y de una se ha planteado en los últimos tiempos. ¿Qué tiene la clase de Religión que, a pesar de ser opcional, de que parece que la sociedad abandona sus referencias religiosas, o de las habituales campañas en su contra, cada año, una gran mayoría de escolares, incluso de padres no creyentes o no practicantes, la siguen cursando? No hace mucho la Fundación SM encargó una encuesta al Instituto de Evaluación y Asesoramiento IDEA, precisamente para responder, entre otras muchas, a esa pregunta.
De los resultados de la encuesta, hay un dato que puede responder al interrogante inicial: la inmensa mayoría de las familias valora la clase de Religión como buena para sus hijos por los valores que propone y el aumento de la cultura que les proporciona.
En gran medida esa opinión positiva que tienen las familias, se debe también a un profesorado de Religión motivado por su trabajo, conocedor de la responsabilidad que tiene encomendada, preparado pedagógicamente para su labor, consciente de que su trabajo docente colabora, junto con el resto de sus compañeros de centro, en la formación integral del alumnado, contribuye de forma esencial a la hora de formar personas libres, demócratas, críticos, solidarios, abiertos a la transcendencia, y esto es lo que realmente valoran las familias y el mismo alumnado que opta cada año por esta asignatura. Por cierto, según la referida encuesta, una gran mayoría de profesores y profesoras de Religión tienen, además del trabajo de sus clases, un compromiso de voluntariado con temas, por ejemplo, de justicia social.
Un dato curioso de la encuesta es que, mientras el 74% del alumnado elegía Religión, preguntado si pudieran elegir Matemáticas, sólo el 63% la elegiría, mientras que en Lengua se matricularían el 61%. En fin, no saquemos de esto último conclusiones equivocadas, pero sí reconozcamos la importancia que tienen todas las asignaturas, el importante papel de todos los docentes en la formación de nuestro alumnado, e incluyamos en un apartado y en el otro, como ya hacen en el resto de Europa, al profesorado y a la asignatura de Religión.
Fernando Jorajuría Zabalza
Federación de Enseñanza USO-Navarra