30 Mayo
30 Mayo 2022 por FEUSO | Profesorado de religión
El 27 de mayo, el secretario general de FEUSO, Gonzalo Menéndez, y el responsable de Secundaria de Religión de FEUSO, Antonio Cabeza, mantuvieron una reunión con el director general de Ordenación Académica, David Artime. La reunión transcurrió en un clima cordial y pudimos constatar que esta Consejería, al menos, escucha. En el transcurso de la misma le hemos manifestado nuestra profunda preocupación ante la regulación de la asignatura de Religión en el borrador de ordenación del currículo de Bachillerato.
En él, la asignatura se oferta sin alternativa y fuera del bloque de optativas. El horario final de esta etapa tendrá 31 horas, lo que nos hace temer, con total fundamento, que la asignatura de Religión se fijará a 7ª hora con el efecto gravoso y disuasorio que supondrá para nuestros alumnos y lo que podría provocar que la asignatura desapareciera en Bachillerato.
Desde FEUSO le informamos que la regulación actual vulnera un derecho fundamental del alumnado, los acuerdos internacionales Iglesia-Estado y la abundante jurisprudencia existente sobre este asunto.
El director general hizo saber a los representantes de FEUSO que conocían su preocupación y que estaban intentando encontrar la mejor solución, aunque les estaba siendo difícil, ya que la regulación en la LOMLOE restringe las posibilidades.
Le hemos propuesto dos alternativas a la regulación anteriormente referida:
Opción A: Incorporar la asignatura en el bloque de optativas, lo que supondría una regulación análoga a la que en la actualidad tiene.
Opción B: Ofertar la asignatura con una alternativa evitando que ésta se fije a 7ª hora.
Esta última opción fue la que se reguló en la LOE, con los devastadores efectos que produjo, a saber: los alumnos de Religión se quedaban en los centros para recibir clase mientras que los de la alternativa se iban para casa sin que los equipos directivos tomaran ninguna medida para evitarlo, lo que puede generar ahora el mismo efecto gravoso y disuasorio que pretendemos evitar.
Desde la Consejería, se reconoció el problema y se informó que la primera opción ya fue valorada, pero tuvieron que descartarla ante la posibilidad de que una familia de un alumno que hubiera escogido Religión pudiese denunciar a la Consejería al haber limitado su optatividad, es decir, si optase por Religión no podría escoger ninguna de las otras optativas, ni una de cuatro horas.
Se le hizo ver desde FEUSO que era un argumento muy forzado, tremendamente forzad, imposible de entender, pues si se ofertara de esa manera la última palabra siempre la tendría el alumno y su familia, que tendrían que escoger de la misma manera que lo hace ahora: una o dos asignaturas de un bloque de 10.
Se le indicó que si lo que se quería era evitar cualquier posibilidad de que una reclamación prosperara ante la justicia, la Consejería tendría que optar por la segunda fórmula.
Si lo que quieren es ser pragmáticos y evitar una reclamación judicial (que parecía ser su preocupación), deberían evitar la regulación de la asignatura tal cual aparece en el borrador actual, pues la garantiza; situación que no se produciría si optan por la opción A, donde la posibilidad de reclamación es muy remota o por la opción B donde la posibilidad de denuncia se desvanece. Esta fue la regulación que finalmente tuvo la asignatura en la LOE después de atender los distintos pronunciamientos de Tribunal Supremo.
Finalmente, desde USO se ofreció la posibilidad de asesorar a la Consejería sobre este y cualquier otro tema que pueda surgir relacionado con la regulación de la asignatura de Religión.
En USO, seguiremos atentos a la regulación de la asignatura y sus alternativas en las distintas etapas del sistema educativo y los efectos de ésta sobre el profesorado.