Para Antonio Amate, secretario general de FEUSO, “El gran reto del sindicalismo moderno es su independencia frente a los gobiernos, partidos políticos y empresarios”

24 Mayo

24 Mayo 2024 por FEUSO | Profesorado de religión

Antonio Amate, secretario general de FEUSO, ha publicado en el número 45 (abril-junio 2024) de la revista Trinidad y Liberación, la revista de los Trinitarios de España, un artículo titulado “A Dios rogando y con el mazo dando” en el que cuenta su trayectoria sindical dentro de la USO y describe el modelo sindical que defiende la Federación de Enseñanza, inspirado en el pensamiento socialcristiano.

Como dice en el artículo Antonio Amate, “lo más novedoso que introduce la experiencia cristiana en el sindicalismo es una motivación propia que, lejos de fundarse en el rencor por la injusticia, el ánimo de revancha o un afán de lucha contra los demás, concebidos como ‘enemigos’, reside, al contrario, en trabajar por el bien común y perseguir la escurridiza justicia social en todos los escenarios que se vayan presentando (…)”.

En su modelo de sindicalismo, el secretario general de FEUSO destaca “el papel pacificador del conflicto, pues no olvidemos que siempre se “trabaja” en el contexto de relaciones indiscutiblemente conflictivas, pues las condiciones de trabajo y las dinámicas de la empresa se determinan en una contraposición de intereses que son vitales para cada una de las partes, empresarios y trabajadores, acumulando en muchas ocasiones importantes tensiones”.

            Partiendo de la realidad actual, en la que confluyen diferentes estilos de sindicalismo, Amate apunta que “el gran reto del sindicalismo moderno es su independencia frente a los gobiernos, partidos políticos y empresarios para poder afrontar el conflicto desde posturas libres de presiones, moderadas, sin hacer abandono de derechos y evitando caer en el radicalismo ideológico. La moderación del sindicalismo no es en absoluto debilidad, sino que debe ir en la vía de inclinar a los trabajadores para que su acción colectiva e individual sea comprometida, persistente y moral, de modo que denuncie la injusticia que se pueda producir en el ámbito del trabajo y sus condiciones y que busque en la negociación la superación de esas injusticias”.

En su artículo, Amate comenta que el modelo sindical de USO se inspira en “el pensamiento socialcristiano”, que es el gran desconocido para la inmensa mayoría de la Iglesia. Es un reto abordar su difusión y facilitar su comprensión para los católicos de a pie que descubrirían, sorprendidos, una ayuda real y eficaz para hacer de sus empresas lugares más humanos y cercanos a su ideal de vida, en lugar de meras organizaciones donde se deja tanto tiempo y energía a cambio sólo de un salario. Queda mucho camino por delante, pero es un reto apasionante que merece la pena afrontar.

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