Entrevista con el secretario general de FEUSO en el periódico Magisterio

30 Abril

30 Abril 2008 por FEUSO | Noticias

El periódico profesional Magisterio, en su número de 23 de abril de 2008, publica una entrevista con Antonio Amate, secretario general de la Federación de Enseñanza de USO.

¿Qué medidas tiene que llevar a cabo el nuevo Gobierno para que cuenten con el apoyo de USO?
Nosotros defendemos un sistema educativo pacificado. Los esfuerzos de todos los que estamos implicados en la Educación deben dedicarse al éxito de los alumnos, profesores y centros, y no derivarlos hacia políticas de enfrentamiento. Para USO es fundamental que en esa pacificación haya un acuerdo claro de complementariedad entre las redes y que no se cuestione permanente nuestro papel [en la Concertada]. La complementariedad indica un mapa escolar en el que los centros privados-concertados y los públicos se traten en condiciones de igualdad con el horizonte final de que en la libertad de enseñanza el papel de las familias es esencial y queremos que eso se respete.

¿Debería apoyar más el Ministerio a la Concertada?
La escuela Concertada ahora requiere un apoyo más decidido por parte de la Administración, sobre todo en financiación. Existe un déficit desde hace años en la financiación de la Concertada, que se está paliando por el esfuerzo importante que están haciendo las congregaciones en los propios centros o las asociaciones de padres. Pero el Ministerio debería dar un empujón definitivo para resolver los problemas de la financiación de la Concertada y ahora tiene una ocasión excelente para hacerlo. Debería también ir acercando la situación laboral y salarial en las plantillas y la jornada de cara a la mejora de la calidad del sistema en los centros concertados.

¿Está entonces la escuela concertada discriminada?
Más que una discriminación se trata de una diferencia consentida. Lo que existe es una política de prioridades que no nos satisface, ya que alimenta exclusivamente las necesidades de una parte del sector educativo. Lo que queremos es que a cada sector se dé lo que necesita para funcionar, ya que en definitiva lo que está en juego es el futuro de los alumnos y el trabajo de los profesores. El Ministerio está obligado a dar a cada uno lo que necesita y no a establecer una política de prioridades que provoca que haya dos velocidades y dos realidades distintas.

¿Queda entonces mucho para la homologación salarial?
Se van dando pasos, pero cada comunidad autónoma va a su ritmo. No sólo hay que conseguir la homologación salarial sino también la homologación laboral, porque existe una diferencia sustancial entre las horas de clase de un profesor de la Concertada en comparación con uno de la Pública. Y ahí sin embargo cuesta muchísimo introducir mejoras.

En cuanto a las tablas salariales es ya el segundo año que USO no las firma...
Nos preocupa especialmente el personal docente que no está en pago delegado. Siempre hemos denunciado que existe un escalón salarial importante entre los profesores con nómina concertada y los que no van por pago delegado. Esto dificulta la convivencia y el proyecto educativo de los centros. En los últimos años esa homologación se ha detenido, y las tablas salariales de este año, aunque se han movido en un mínimo decimal, son claramente insuficientes. No olvidemos que también existen los complementos autonómicos, que hacen el escalón incluso más evidente.

USO también se ha caracterizado por su defensa de los profesores de Religión.
La foto presente es mucho mejor que la foto que teníamos hace unos años, pero hay una serie de pasos que hay que dar para que este colectivo finalmente encuentre su sitio y esté a la par de sus compañeros de la Pública. La disposición adicional tercera de la LOE los equipara a los profesores interinos y ésa es la vía para que sus derechos tengan relación con este otro colectivo y finalmente todas las reivindicaciones lleguen a buen término.

¿Y la situación de la asignatura de Religión?
Nos preocupa esta asignatura, ya que en definitiva supone el futuro de este colectivo. Pedimos que no se trabaje en una única dirección de cara a la mejora exclusiva de las condiciones laborales y luego se menoscabe y se siga erosionando el papel de la asignatura de Religión en los centros.

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