EN RECUERDO DE JUANI TERRÓN OLIVERA

El pasado 29 de agosto de 2007 falleció nuestra compañera Juani Terrón Olivera, profesora del colegio San Antonio de Padua de Cáceres (en activo a la fecha de su fallecimiento) y afiliada desde su creación a la Federación de Enseñanza de USO-Extremadura. Un alumno suyo, Javier Chacón García, actualmente profesor del colegio San Antonio de Papua, compañero de Juani y también afiliado a la Federación de Enseñanza de USO, ha escrito el testimonio que sigue a continuación.

IN MEMORIAM

Recuerdo la llegada a la cochera del autobús, el oscuro pasillo y la angosta escalera, tan sólo iluminada por tu sonrisa, animándonos en la dura jornada que se avecinaba…

Recuerdo el aula habilitada, sobria y alicatada de azul, en el claustro del antiguo colegio, donde, con las cartillas paláu, nos enseñaste nuestras primeras letras, dándonos la libertad de poder aprender…

Recuerdo las tardes de los viernes y el armario de los juguetes, que repartías para hacernos más llevadera aquella interminable última hora de la semana…

Recuerdo el patio de los limones, los columpios y las canciones religiosas que nos enseñabas antes de entrar en el aula…

Recuerdo cómo nos enseñaste a cantar: “Los pollitos dicen pío, pío, cuando tienen hambre, cuando tienen frío”, acompañada por los acordes de la flauta…

Recuerdo cómo, en un aula abarrotada con más de 40 alumnos, conseguías que todos y cada uno nos sintiéramos atendidos e importantes…

Recuerdo el mes de mayo, el mes de la Virgen María, y cómo gracias a ti aprendimos a amarla, acompañándote a llevarle flores, a rezarle y a pedirle por los demás…

Recuerdo tus dos besos y tu abrazo emocionado cuando me incorporé al colegio, nuestro colegio, como profesor, y ese brillo de orgullo en tu mirada; y lo orgulloso que, a su vez, me sentí yo por haberme hecho acreedor de ese abrazo y de esa mirada…

Recuerdo a una madre, rota por el dolor, en el funeral de uno de sus hijos, y su fortaleza para dar testimonio de su fe…

Quizás tanto recuerdo pueda evocar la nostalgia, pero para mí han sido verdadera escuela de vida, ya que tú fuiste inspiración en tu vocación docente, ejemplo de fe y fortaleza como cristiana y madre amorosa para todos los que, durante tantos años, pasamos por tus manos.

Por todo ello, gracias…
Gracias por tu vocación y magisterio.
Gracias por tu ternura.
Gracias por tu fe.

Sólo espero que algún día, cuando yo también deje este mundo, los demás puedan recordar de mí este testimonio que ahora me evoca tu emocionado recuerdo.

Gracias, señorita Juani.

Javier Chacón García
Profesor del colegio San Antonio de Padua

Back to top