Educación concertada desconcertada

Artículo enviado por la Federación de Enseñanza de USO a los medios de comunicación de Extremadura

 

Los profesores de la enseñanza concertada en Extremadura estamos desconcertados.

Somos un grupo importante, en torno a 2.200 profesores que atendemos a unos 35.000 alumnos.

Prestamos un servicio excelente con gran demanda social y una alta calidad, en unas condiciones pésimas.  Por ello, exigimos a la Junta de Extremadura que tome cartas en el asunto y atienda las reclamaciones de este colectivo. 

En este sentido, consideramos necesaria una disminución de la carga lectiva, como ocurre en otras autonomías, no superando en secundaria un máximo de 18 horas con alumnos, pues estimamos que eso redundaría en la salud laboral del profesorado y en la calidad educativa a la que tienen derecho nuestros alumnos. Es de todo punto inaceptable que un compañero de secundaria y bachillerato tenga semanalmente 25 horas lectivas, o sea, de clase directa con alumnos. A esto sumamos tutorías, atención a padres, preparación de clases y recursos, corrección de exámenes, reuniones de claustro, reuniones formativas, reuniones de departamentos, vigilancia de recreos, elaboración de burocracia, informes, programaciones, actualización profesional, etc. Los compañeros están aquejados de “cansancio crónico” pues lo anterior se suma a la dificultad actual de la educación, de todos conocida, y a la necesidad de una atención personalizada, sin apoyo, en aulas que rondan a veces los 40 alumnos como consecuencia de la gran demanda social de nuestros servicios y la negativa de la Junta de Extremadura a aumentar las plantillas o a concertar más unidades.

Otro punto importante es la  incorporación de los profesores de la enseñanza concertada, a los planes de formación de la consejería, situación que significaría el reconocimiento de los sexenios para los profesionales del sector, algo que ya ocurre en la pública

Además demandamos una subida digna del complemento autonómico, que viene a ser la tercera parte de lo que cobran en otras regiones los trabajadores de la enseñanza concertada por el mismo concepto. No entendemos, que en tiempos de “vacas flacas” sufrimos la congelación salarial, sin una queja y ahora superado ese periodo seguimos inmersos en la más profunda glaciación, mientras que en las demás autonomías disfrutan de la calidez de una administración comprensiva y agradecida.

 

 

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