11 Diciembre
11 Diciembre 2018 por FEUSO | Actualidad
En su intervención en el último pleno del Consejo Escolar del Estado, el secretario general de FEUSO, Antonio Amate, manifestó el rechazo de FEUSO “a la velocidad de crucero que el Ministerio está imponiendo en la tramitación del Anteproyecto de una nueva Ley de Educación, con una prisa y unos plazos muy llamativos que dificultan la participación de las organizaciones y de la gente”. Esta es una de las razones que diferentes asociaciones y sindicatos, entre los que se encuentra FEUSO, esgrimen en un comunicado en el que concretan “10 Razones para rechazar el cambio en la legislación educativa que nos quieren imponer”.
Además de FEUSO, firman este decálogo el sindicato FSIE, las asociaciones de padres Concapa y Cofapa y las patronales Escuelas Católicas y CECE. Para estas organizaciones, los cambios legislativos se escudan “en una urgencia educativa que no existe”, ya que los aspectos más controvertidos de la LOMCE no se están aplicando. No se entienden las prisas ni tampoco que no se busque el máximo consenso ni la mayor participación, “fundamental para dar estabilidad al sistema educativo español”.
Entre otras medidas de alcance que están presentes en el Anteproyecto de Ley, estas organizaciones denuncian que se “asfixia el derecho a la libertad de enseñanza” y se restringe explícitamente “el derecho de las familias a elegir el tipo de enseñanza que quieren para sus hijos” que reconoce la Constitución y que este Anteproyecto elimina al suprimir la “demanda social como criterio a tener en cuenta en la programación”. Estas medidas a lo que conducen es a relegar la Enseñanza Concertada a un papel secundario, saltándose el carácter complementario de las dos redes educativas.
Además, el Anteproyecto no incorpora ninguna medida que mejore las condiciones laborales y profesionales de los trabajadores de los centros concertados. Es decir, no se avanza en la necesaria homologación no solo de las condiciones salariales sino también de las laborales, como la reducción de los periodos lectivos.
Como ya hemos repetido en otras ocasiones, desde FEUSO nos hemos opuesto a este Anteproyecto por el tratamiento que hace de la asignatura de Religión y la escasa consideración laboral que tiene con el profesorado que imparte esta asignatura. En concreto, el Anteproyecto suprime las referencias a la asignatura de Religión, alimentando así la sospecha del arrinconamiento de esta asignatura.
Y hay más cuestiones que aparecen en estas 10 Razones. Por ejemplo, que se omiten las necesarias previsiones económicas para hacer frente al coste del puesto escolar con el fin de que la financiación de la concertada se equipare con la de los centros públicos, algo de sentido común; también la inclusión de un representante del ayuntamiento en el Consejo Escolar, medida que consideramos innecesaria; y, por último, que el Anteproyecto incluye algunas medidas académicas muy dudosas, como la falta de pruebas de diagnóstico y el que se pueda promocionar Bachillerato con una materia suspensa. Es triste que sea el Ministerio de Educación el que proponga este tipo de medidas que van contra la lógica educativa.
Para Antonio Amate, lo que el Ministerio tendría que haber hecho es retomar la senda del Pacto Educativo. Desde FEUSO, mostramos nuestra colaboración a construir este Pacto, tan reclamado desde todos los sectores sociales con el fin de que se “subordinen los intereses corporativos e ideológicos al interés general”. Para FEUSO, el eje vertebrador de ese Pacto, y no como se hace en el Anteproyecto, deberían ser las cuestiones más relevantes de la enseñanza, que son las de naturaleza organizativa, académica y pedagógica, es decir, los factores internos del sistema educativo. Pero por las prisas y las decisiones acometidas, alcanzar este Pacto no es ninguna prioridad para el actual Gobierno. Más todavía: este Anteproyecto “es una nueva ley de partido que supone el final de cualquier Pacto Educativo“.
Ver Documento “10 Razones para rechazar el cambio en la legislación educativa”